Sueldos y pensiones en educación, durante la crisis

Quienes trabajan en educación, especialmente en la denominada no universitaria, tienen sus sueldos (funcionarios) y salarios (personal sujeto a convenio) fuertemente intervenidos por el Estado. Y lo mismo sucede cuando alcanzan la condición de jubilados (funcionarios) o pensionistas (personal sujeto a convenio). Solo para un porcentaje escaso (cercano al 5%) las condiciones salariales las fijan los convenios, y también hay intervención de los poderes públicos (cheques).

Así pues, profesorado y personal de administración y servicios, o, mejor dicho, el personal de servicios educativos y complementarios –¿son profesores los orientadores sin docencia atribuida?, ¿los PTSC (profesores técnicos de servicio a la comunidad), los fisioterapeutas de los centros de integración de alumnado con discapacidad motora…?– debe mirar con detenimiento los presupuestos públicos.

Datos INE para IPC y Presupuestos de cada año para pensiones. M12, es decir, a mes de diciembre.

La crisis ha supuesto un recorte en los sueldos y salarios, y en las condiciones en las que se accedía a las jubilaciones y a la cuantía de estas y de las pensiones. No vamos a entrar ahora a mencionar a qué colectivos les ha afectado en mayor medida (si al profesorado de los centros de Excelencia, que han crecido en estos años, o al de Compensatoria, que ha disminuido), es decir, el efecto sobre la equidad de estos recortes. Solo vamos a enumerarlos.

Es decir, solo cuando la inflación estaba por debajo del 1,5% se ha ganado poder adquisitivo, y no siempre. Globalmente un pensionista o jubilado en 2008 ha perdido, al finalizar 2016, más de un punto y medio porcentual del poder adquisitivo que tenía en 2008. Eso sin contar que ha desaparecido la jubilación Logse-LOE y su indemnización; que los interinos han disminuido fuertemente las cotizaciones a sus pensiones: sin cotizar en verano, cotizando por jornadas parciales involuntarias, etc. Esos son recortes aún más importantes que los anteriores, aunque los pagarán más tarde.

Para 2017 ya se ha aplicado (sin presupuesto aprobado) un incremento del 0,25% en pensiones y jubilaciones: ¡6,42€ de revalorización mensual en la pensión máxima!

Otro cambio importante que merece un análisis detallado es que los nuevos funcionarios coticen al Régimen General de la Seguridad Social y no a Clases Pasivas. Es evidente que quienes todavía cotizan por este régimen –la mayoría– no van a encontrar respaldo en un sistema de reparto, a corto o medio plazo; es decir, se estarán financiado esas jubilaciones –esperemos– con los impuestos.

¿Y los trabajadores en activo (profesores y PSEC)?

Datos INE para IPC y Presupuestos de cada año para sueldos.

Es decir, hasta 2016 se han perdido 12 puntos porcentuales de poder adquisitivo y, si en un acto de magnanimidad, acaban subiendo las retribuciones de los empleados públicos y los módulos de los conciertos un 1% en 2017, se seguirá perdiendo también en este año, para el que se prevé una inflación del 1,4%.

No contamos el recorte de la extra, ahora compensado (en algunas CCAA), ni el incremento de jornada lectiva en la pública (un 12% para Secundaria), ni el aumento de la ratio ni, en general, las condiciones de trabajo que suelen compensarse con el sueldo o salario. Estas se han hecho claramente más duras (se han realizado importantes incrementos en las tasas de escolarización del alumnado, con menos plantilla, etc.), pero el dinero ha ido por otro lado, porque haberlo, lo hay.

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