Abandono educativo temprano (AET) en España

La tasa de Abandono Educativo Temprano (AET) expresa, en porcentaje, cuántos jóvenes de 18 a 24 años (ambos inclusive) han abandonado los estudios con una titulación inferior a la Secundaria postobligatoria, es decir, sin FP de Grado Medio o Bachiller, al menos. Da igual que trabajen o no, y da igual que tengan el título de Graduado en Secundaria (ESO) o no. Se computa a los que han dejado los estudios sin una titulación, como mínimo, postobligatoria. Se considera temprano este abandono, pues para el desarrollo personal, para entender nuestra sociedad o insertarse laboralmente, es imprescindible ya una titulación postobligatoria.

Acaban de hacerse públicas las estadísticas de esta tasa para 2016 y estos son los datos más relevantes:

Fuente: Estadística del MEC (http://www.educacion.es/servicios-al-ciudadano-mecd/estadisticas/educacion/mercado-laboral/epa2016.html)

Esta tasa se obtiene a través de la Encuesta de Población Activa (EPA), compartida con la UE. Así pues, podemos empezar destacando que el 19% de AET en España en 2016 es mucho mayor que el 10,7% de media de la UE (28 países). Solo Malta está por encima de nosotros. Esta diferencia entre los resultados obtenidos en España y el promedio europeo apenas se recorta en los últimos quince años.

¿Y cuál ha sido la evolución de la tasa en España en los últimos 25 años?

Hemos bajado del 41% al 19%, pero con una reducción desigual a lo largo de los años de este cuarto de siglo. Hemos dividido estos 25 años en tres periodos: de 1992 a 2000, que es la época de la implantación de la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (Logse) y la enseñanza obligatoria hasta los 16 años; de 2000 a 2008, época en la que todas las comunidades autónomas tienen ya competencias plenas en educación; y, por último, de 2008 a 2016, los años de la crisis y de la inicial salida de esta.

Dando valor 100 al porcentaje de AET en el año de inicio de cada periodo: 1992, 2000 y 2008, al acabar cada uno de ellos el valor de la tasa de abandono educativo temprano suponía un -29% en 2000; un 8,9% en 2008 y un -40,1% en 2016. Es decir, la tasa se redujo en un 29% entre 1992 y 2000; aumentó en un 8,9% entre 2000 y 2008; y disminuyó en un 40,1% entre 2008 y 2016. Globalmente, de 1992 a 2016 la tasa se redujo en un 53,7%.

En primer lugar, hay que mencionar que, con excepción de Murcia y Cantabria, el descenso afecta a todas las autonomías de forma similar. En Cantabria es más acusado y, en Murcia, que partía de una tasa alta, es menor que la media.

Pero, ¿a qué se deben estas diferencias entre los distintos periodos? La reducción del primer periodo (1992 a 2000) parece relacionarse con la implantación de la ESO que hacía obligatoria la educación hasta los 16 años y a la construcción de los institutos correspondientes, lo que permitió la obtención de títulos postobligatorios por parte de los jóvenes. El incremento del segundo periodo (2000-2008) debe ponerse en relación con el freno a las reformas educativas y la apuesta por un mercado laboral que absorbía un empleo juvenil sin cualificar, desincentivando la continuidad en los estudios por parte de las y los jóvenes. La nueva y más intensa reducción del tercer y último periodo no puede ponerse en relación con ninguna iniciativa educativa (ha estado la LOE vigente la mayor parte del tempo), sino con una fuerte crisis que ha retenido a los jóvenes en las aulas o los ha devuelto a ellas, al carecer de alternativas laborales.

¿Y en las comunidades autónomas, cuál ha sido su diferente evolución?

En España hay importantes (e históricas) diferencias territoriales en educación y también en esta tasa de abandono educativo temprano. En el primer periodo (de 1992 a 2000), todas las CCAA redujeron esta tasa, pero claramente menos que la media en Baleares (en donde el empleo juvenil es alto), Murcia, Cataluña y Extremadura. Salvo Cataluña, todos territorios gestionados por el MEC. Por el contrario, la reducción fue mayor que la media en País Vasco, Navarra, Madrid y Aragón, estos últimos también gestionados por el MEC. En el segundo periodo la tasa repuntó, pero muy por encima de la media en La Rioja, Madrid, Castilla y León y Aragón, todas ellas –salvo Aragón– con gobiernos conservadores. Por el contrario, Galicia, Extremadura y Asturias (con gobiernos progresistas, en general) lograron reducir esta tasa en estos años. Por último, el periodo de la crisis (2008-2016) ha supuesto un descenso de la tasa de AET en todas las autonomías, pero más intensamente en Cantabria y en menor grado en Asturias, ambas con una tasa de abandono por debajo de la media.

¿Qué puede hacerse para reducir esta tasa?

Estas son algunas medidas:

  • La prolongación de la escolarización hasta los 18 años (tramo no obligatorio), para alcanzar tasas de escolarización a esas edades similares a las de la UE; generalización de la Formación Profesional en la mayoría de los institutos, cubriendo la demanda de estas enseñanzas; adecuación de la FP a las características de este colectivo que ha abandonado las aulas: mayor carácter práctico, reconocimiento de la formación ya realizada o de las competencias adquiridas vía laboral, facilidad para acceder a nuevos estudios…, medidas que no son las que se recogen en la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), una ley que apuesta por la imposición de itinerarios o vías escolares muertas, sin continuidad en otros niveles educativos; por la ausencia de la atención a la diversidad y de las medidas de apoyo y refuerzo; por la falta de financiación específica; por la privatización, etc.
  • Impulso a las enseñanzas de segunda oportunidad para alcanzar la titulación obligatoria (Educación para personas adultas) y la postobligatoria (Bachillerato Nocturno); apuesta por las medidas de apoyo y refuerzo y de atención a la diversidad (que lleven a título) en la ESO, a fin de reducir el colectivo de jóvenes en situación de abandono temprano sin graduado en Secundaria.
  • Fortalecer el reconocimiento de la formación específica en la contratación laboral, incentivando esta modalidad y no haciéndolo con el empleo juvenil genérico, sin cualificar, temporal, etc.

Los recortes educativos están sobrecargando de trabajo a los centros educativos, perjudicando a los alumnos en peor situación y cerrando el paso a una reducción consolidada de la tasa de abandono educativo temprano.

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