La apretada agenda de Blanquer, el ministro de Educación de Francia

El 17 mayo, el nuevo presidente francés, Emmanuel Macron, presentó los nombres de su equipo. El director del grupo ESSEC (escuelas privadas de negocios), Jean-Michel Blanquer, se convertía en el nuevo ministro de Educación.

Si Blanquer lleva a cabo todo lo que prometió Macron en campaña, tiene trabajo para septiembre: reducir a 12 estudiantes las clases de los dos primeros cursos de Primaria en las zonas más vulnerables; restablecer la enseñanza bilingüe en el collêge (ESO); volver a dar espacio a las lenguas antiguas y permitir, a los municipios que lo deseen, volver a la semana de cuatro días.

El nuevo ministro aseguró que “no habrá una enésima ley o reforma”, simplemente se centrarán “en los problemas reales dando libertad a nuestros maestros, directores y todos los actores de la educación”, recoge Le Figaro. Estas son las promesas de Macron:

Zonas prioritarias

“Dividiremos en dos las clases de CP (6-7 años) y CE1 (7-8 años) en REP y REP + (siglas de Red de Educación Prioritaria)”, enunciaba Macron en su programa. Esta medida afectará al equivalente de 1º y 2º de Primaria. Las llamadas zonas prioritarias se establecieron en Francia en los 80 para dotar de recursos adicionales y más autonomía a los centros en las áreas con más necesidades. Para esto, Macron promete: 12.000 puestos docentes: entre 6.000 y 10.000 de ellos vendrán de los puestos creados por Hollande, y entre 4.000 y 5.000 se crearán en cinco años.

Educación bilingüe

Macron lo soltó el 15 de mayo en Twitter durante una visita a Alemania: “He decidido restaurar las clases bilingües. A partir del próximo septiembre las clases bilingües reabrirán en Francia”.

La semana de 4 días

Otra de las promesas afecta a los famosos ritmos escolares. El gobierno de Hollande, dentro de su reforma –la redondation de l’école– modificó los horarios, que permitían a profesores y alumnos descansar los miércoles. El objetivo era acabar con el hecho de que los estudiantes tenían el menor número de días (144) de clases de los 34 países de la OCDE (187 días de media). Esto se debía a que, tradicionalmente, los niños franceses estudiaban los sábados por la mañana, pero descansaban los miércoles. Sarkozy, al llegar al gobierno (2007-2012), eliminó la clase del sábado, pero mantuvo el miércoles libre, por lo que la semana se redujo a cuatro días.

La reforma de Hollande establece 24 horas semanales durante nueve medias jornadas, con una duración máxima de la jornada de 5 horas y media, “incluido el miércoles por la mañana”, y de una media jornada de máximo 3 horas y media, con un almuerzo de mínimo una hora y media. Este cambio ha sido muy criticado por docentes y sindicatos, que cuestionan el agotamiento de profesorado y estudiantes sin la pausa del miércoles.

Los cuatro principios de Blanquer

Blanquer ha escrito bastante sobre educación. Sus últimas obras son: La escuela de mañana, propuestas para una educación nacional renovada y La escuela de la vida. Para que cada uno pueda tener éxito.

En La escuela de mañana, Blanquer defiende cuatro principios: autoridad, para reforzar las competencias de directores; autonomía –de los centros–; fundamentales –materias básicas– y jerarquización. En Café Pedagogique, donde entrevistaron a Blanquer sobre el libro, temen que con el pretexto de las inteligencias múltiples se desarrollen cursos específicos para estudiantes, combinados en grupos de habilidad, “una fórmula que podría reducirse a grupos de nivel que es bien conocida para prevenir la progresión de los más débiles”, cuestionan.

Desde el sindicato de docentes SE-UNSA piden al nuevo ministro, en un comunicado, que no confunda “determinación con precipitación”. Para la agrupación, “es mejor dar tiempo a las reformas ya emprendidas para que den fruto”.

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