Sorkin, un ‘alboratorio’ de saberes

Marta Macho Stadler | Matemática y divulgadora científica

En Aprender despacio, aprender bien terminaba con una bella propuesta sobre lo que debería ser nuestra manera de vivir… poniendo la vida en el centro.

Este lema lo tomé prestado de Sorkin, un colectivo de personas que trabajan en el tema de la educación por medio de propuestas didácticas que integran lo que denominan saberes que ponen la vida en el centro, es decir, conocimiento que contiene ciencia expresa, fundamental para la vida, pero que ha sido desmerecido frente a la formación legitimada.

Las propuestas y el trabajo de Sorkin pretenden ayudar a transformar nuestra sociedad para conseguir un mundo más equitativo y sostenible. Por ello, las personas que integran este colectivo han comenzado transformando el ‘laboratorio tradicional’ en un ‘alboratorio’ de saberes en el que experimentan, ensayan, analizan, observan, indagan, deducen y crean en base a sus conocimientos científicos, pero con una mirada diferente:

Cómo entendemos y percibimos la ciencia no es neutral ni objetivo, responde a unos intereses y relaciones de poder capitalistas y patriarcales que legitiman unos conocimientos mientras desprecian otros muchos.

Sorkin

Entre los muchos conocimientos menospreciados por la sociedad en la que vivimos, aquellos que ponen la vida en el centro –es decir, los relacionados con los cuidados de las personas– son doblemente degradados, porque no son productivos –en el sentido mercantilista–. Estos son precisamente los saberes realizados tradicionalmente por las mujeres; son conocimientos prácticos, sutiles, ingeniosos… ciencia empírica transmitida de madres a hijas, de abuelas a nietas, a lo largo de los siglos. Relegando esos saberes a un segundo plano, se ha condenado a muchas mujeres a ocupar lugares de escasa influencia sobre el colectivo. Además, se ha generado un preocupante círculo vicioso: no se valora el trabajo femenino y, al mismo tiempo, las iniciativas mayoritariamente realizadas por mujeres carecen de relevancia social.

Por ello desde Sorkin explican sus objetivos de esta manera:

Queremos implementar propuestas educativas que incorporen los saberes que ponen la vida en el centro, extraigan la ciencia implícita en ellos y generen referentes de mujeres que hacen ciencia.

Además, las anteriores propuestas pretenden:

  • Cuestionar cómo se legitiman el conocimiento y la ciencia.
  • Fomentar el pensamiento crítico.
  • Repensar el valor social de las tareas de cuidados.
  • Promover el aprendizaje vivencial, que parta de las emociones y el disfrute.
  • Favorecer la erradicación de los roles, estereotipos y relaciones desiguales de género.

Entre el mucho trabajo realizado, Sorkin ha publicado a principios de este año la guía didáctica La ciencia que se esconde en los saberes de las mujeres, dirigida al personal educador, y que introducen de la siguiente manera:

‘La ciencia que se esconde en los saberes de las mujeres’ es una guía didáctica dirigida a personas que trabajan en espacios de educación no formal con adolescentes. Plantea la revisión crítica de la noción actual de ciencia y propone su abordaje desde otras miradas, siempre partiendo desde una perspectiva feminista y de metodologías participativas.

Esta publicación –que puede descargarse de manera libre en este enlace– es resultado de un proyecto desarrollado a lo largo de 2017, que ha consistido en la elaboración de un detallado estudio teórico, la creación de un material didáctico adaptado al personal educador y a los espacios de educación no formal, y la revisión de los resultados con personas que trabajan en el sector.

Visito con frecuencia el ‘alboratorio’ de Sorkin para aprender y, además, para aprender a compartir. Gracias.

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