Pablo Poó Gallardo: “No hay una única manera de enseñar. Hay que saber adaptarse”

Pablo Poó Gallardo, profesor de Lengua y Literatura y escritor

“La vida es una putada. La vida no te espera. La vida no te comprende. La vida no te hace recuperaciones”. Estas son algunas de las palabras que Pablo Poó Gallardo (Sevilla, 1983), profesor de Lengua Castellana y Literatura en ESO y Bachillerato en Andalucía, dedicó a sus estudiantes en diciembre de 2016 a través de YouTube y que se convirtieron en virales. Ha sido el tercero entre los diez mejores docentes de España en los premios Educa Abanca de 2017 y trabaja incansablemente para motivar a su alumnado, lejos de parafernalias y con los pies en la tierra. Para ello ha publicado dos obras: La mala educación (2015) y ¡Espabila, chaval! (2017).

En el primero, dada su experiencia como docente interino, Poó narra la realidad del sistema educativo desde dentro, desde las oposiciones y hasta los planes que se han puesto en marcha en España en los centros. El segundo, en tanto, sigue la senda de ese vídeo viral y apela a sus estudiantes –y también a las familias– para que comprendan las verdaderas razones por las que ir a la escuela y prepararse para la vida es algo esencial para su futuro –“poner los cimientos del edificio que serán de adultos”– y el de toda la sociedad.

Así, le preguntamos a Pablo Poó, quien también es Doctor en Filología Hispánica (especialidad Teatro Barroco), respecto a la creatividad, la forma de enseñar en la actualidad, la motivación del alumnado y lo que podemos esperar de ellos y ellas en el futuro. Una radiografía sencilla, aunque profunda, sobre el día a día en las aulas que identificarán a decenas de profesionales de la educación.

Después de tu mensaje viral en vídeo, ¿para qué queremos estudiar? ¿Cuál es la forma de motivar al alumnado?

Estudiar es la llave que abre la puerta de acceso al tipo de vida que queramos llevar en el futuro. Dependiendo de cuál sea tu contexto de partida puede que tengas más o menos dificultades para alcanzar un nivel de vida digno. La educación es ese ascensor social, aunque hoy día esta faceta esté muy diluida.

Al alumnado se le motiva conociendo sus intereses e intentando llegarles por ese camino. Está claro que, para un chaval de 14 años de hoy día, la Literatura medieval queda muy lejos de sus intereses, pero el cómic, por ejemplo, no tanto. Tampoco videojuegos como el Dante’s inferno… es cuestión de buscar el camino correcto para hacerles llegar los contenidos del currículo.

¿Qué está haciendo el sistema educativo para convencerles de estudiar y buscarse la vida?

Absolutamente nada. El sistema educativo está diseñado por personas que, o nunca han dado clase, o hace muchos años que dejaron las aulas.

¿En qué hemos fallado como sociedad respecto a las nuevas generaciones?

Yo creo que en un exceso de proteccionismo hacia nuestra juventud. Al sobreprotegerles, les despojamos de las herramientas básicas para que puedan desenvolverse en la jungla de la vida.

¿Qué responsabilidad tiene el Gobierno (el que sea) en todo esto?

Un ciudadano con poca capacidad de análisis y reflexión es un ciudadano manejable. La cultura nos hará libres. Ya depende de lo que cada uno entienda que le conviene más a cualquier gobierno: personas reflexivas y críticas, o todo lo contrario.

De dónde viene el problema: ¿de la sociedad misma, de la Administración educativa, de los cuerpos docentes, de las familias o del alumnado? ¿O es una responsabilidad compartida?

Es una responsabilidad compartida: cada cual tiene su parte en el pastel. La Administración legisla de espaldas a la realidad de las aulas y sin contar con profesorado en activo, muchos docentes carecen de vocación o no desempeñan bien su trabajo, hay familias que no colaboran con la educación de sus hijos, y hay alumnado que no quiere recibir una formación.

Dices que nunca has tenido estudiantes tontos, pero sí muchos vagos… ¿Podrías decir que les has convencido para que cambien su actitud?

No sé si convencerles o abrirles los ojos para que, por sí mismos, se den cuenta de todo lo que son capaces y de que estudiar es fundamental para tener el mejor futuro posible.

¿Cómo se trabaja la creatividad en el aula?

Hay infinidad de maneras. Yo uso fundamentalmente la escritura. Tenemos un blog de clase: viernescreativos.wordpress.com donde, cada semana, voy proponiendo retos de escritura. Para las lecturas, por ejemplo, usamos YouTube: cada alumno graba una vídeo reseña. Hay tantas posibilidades como imaginación tenga el docente.

¿Es necesario ser creativos para triunfar en la vida?

Totalmente. Hay un mercado emergente de nuevas profesiones para las que la creatividad es algo imprescindible.

Has trabajado en muchos institutos andaluces… ¿Qué cambiarías y qué no de ellos?

Cambiaría la dotación TIC, le pondría mantenimiento y la actualizaría. Cambiaría el sistema de acceso: las oposiciones. Son un método muy injusto y parcial de selección de personal. Cambiaría el currículo educativo y desarrollaría una nueva ley educativa que fuera, por obligación, estable en el tiempo.

Dejaría las ganas de trabajar y la ilusión de compañeros y compañeras de profesión y de estudiantes que me han llenado de fuerza en los momentos en que me he planteado dejarlo.

¿Te atreves a hacer una radiografía del profesorado en Andalucía? ¿Cuáles son sus principales desafíos presentes y futuros?

Necesitamos una mayor carga de asignaturas con enfoque pedagógico. En una carrera como la mía, Filología Hispánica, que tiene una clara salida laboral docente, no había ni una hora dedicada a cómo dar Lengua y Literatura.

Necesitamos que, si el respeto no nos viene de familias y alumnado, se nos designe oficialmente como autoridad. Cada día estamos expuestos a muchas faltas de respeto, agresiones incluso, y tenemos las manos atadas.

Necesitamos actualizar nuestros conocimientos TIC, es una buena manera de llegar al alumnado de hoy día.

¿Cambiará la forma de enseñar que utilizamos actualmente? ¿Cómo?

No se puede establecer una única manera estandarizada de enseñar, sino que hay que adaptar la metodología que usamos a nuestros estudiantes para que los contenidos que queremos inculcarles les calen realmente.

Y puestos a diseñar el futuro: ¿Qué podemos cambiar a nivel micro, como docentes, desde el aula?

Por desgracia, poca cosa: podemos cambiar nuestra metodología para llegar más y mejor a nuestro alumnado, pero siempre dentro del corsé que marcan las leyes educativas.

Y desde lo macro, ¿cuáles son los desafíos fundamentales que no estamos resolviendo en la actualidad?

Yo diría que la redacción de una ley educativa consensuada y que tenga en cuenta las necesidades del profesorado y del alumnado, así como un replanteamiento de la imagen social que tiene el sector educativo en nuestro país.

¿Cómo debería ser el proceso de selección (las oposiciones) para optar a una plaza?

Se debería hacer una prueba global de conocimiento, tipo MIR, no solo responder un tema entre 75. Se debería volcar más peso en la parte práctica, en ver cómo enseña el aspirante a docente. Se deberían aprobar solo una vez. Yo he aprobado 4 y, hasta la última, no obtuve plaza.

¿Necesitamos más teoría, más práctica o un modelo nuevo que permita incorporar otras competencias a los procesos de enseñanza-aprendizaje?

Un modelo nuevo que adapte los contenidos a enseñar a las características de nuestro alumnado y nuestro tiempo.

¿Cómo sería para ti el centro educativo ideal y qué papel desempeñarías en él?

Una nueva versión de la Institución Libre de Enseñanza, donde yo seguiría siendo profesor de Lengua Castellana y Literatura.

Acerca de Tomás Loyola Barberis 40 Articles
Periodista y editor, con 20 años de experiencia en medios de comunicación online

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