La Formación Profesional Dual no ha tenido el éxito que se esperaba. O, al menos, no una importante repercusión en el alumnado. Según los datos brindados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en el documento que lleva por título Estudios económicos de la OCDE: España 2017, “las prácticas en empresas y los contratos de formación han aumentado de manera significativa desde 2012, pero solo el 2% del alumnado de la escuela secundaria superior está matriculado en este sistema”.
En la primera parte de la afirmación de la OCDE coincide el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes (MECD): “Implantada en todas las comunidades autónomas desde el curso escolar 2012-2013, la Formación Profesional Dual ha experimentado un incremento considerable tanto de centros participantes como de empresas y alumnos, incremento que, es previsible, continúe en el futuro”. Pero, si bien el crecimiento efectivamente ha sido importante, todavía su participación en el global del alumnado de FP es ínfima.
El director de formación de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Juan Carlos Tejeda, afirmaba, durante su intervención en el III Congreso de FP (junio, 2016), que respecto “a los contratos de formación y aprendizaje en los que aparece de forma inherente la formación dual, se constata un aumento muy significativo desde 2013, coincidiendo con la aprobación del nuevo desarrollo del contrato para la formación y aprendizaje, aunque el tiempo transcurrido desde su puesta en marcha no es suficiente como para extraer una tendencia clara”.
Y no es clara, además, por otra razón: no hay datos oficiales precisos para poder comprobar el alcance y el cumplimiento de los objetivos en cuanto al desarrollo de la FP Dual en España. Tejeda recurría a los contratos de formación y aprendizaje, cuya cifra se elevaba a 481.472 nuevas firmas desde 2012, con un aumento importante desde la implantación de esta modalidad formativa. De ellos, el 6,6% correspondía al primer cuatrimestre de 2016.
“En relación con la formación vinculada a estos contratos, sin embargo, no existe información disponible y, por tanto, no es posible contrastar las características de la formación impartida y evaluar suficientemente esta en el nuevo esquema de formación dual y su efectividad en relación con la mejora de la empleabilidad, la inserción laboral y, sobre todo, el ajuste en las competencias y cualificaciones entre trabajadores y empresas”, continúa Tejada.
Desigualdades
Tal como sostiene Benito Echeverría Samanes, en su artículo Transferencia del sistema de FP Dual a España, existe un “predominio de ciclos formativos de Grado Superior (72%) frente a los de Grado Medio (28%), concentrados en las familias profesionales de Fabricación Mecánica (21%), Electricidad y Electrónica (13%), Instalación y Mantenimiento (11%) y Administración y Gestión (10%)”, las cuales representaban más de la mitad de las matrículas en ese período. Es decir, las familias profesionales que agrupan el mayor número de proyectos son aquellas que se relacionan con el sector secundario o industrial.
Pero la realidad es otra. El Informe de Inserción en el Mercado Laboral. Titulados de FP del Sistema Educativo, publicado por el MECD en agosto de 2015, afirma que de todos “los contratos celebrados con titulados de Formación Profesional del sistema educativo, de Grado Medio y Grado Superior, el 54,95% corresponden a 9 títulos, en su mayor parte, del sector servicios, mientras que solo representan el 31,98% del total de alumnado matriculado”.
Así, el ciclo formativo de Gestión Administrativa acumulaba en el curso 2013-2014 el 16,95% de los contratos realizados, seguido de Cuidados auxiliares de enfermería (12,6%), Administración y finanzas (10,77%) y Educación Infantil (3,27%)
En cambio, los ciclos formativos de la familia profesional Agraria, por ejemplo, suponían apenas un 1% del total de los proyectos de FP Dual. Y, según los datos recopilados hasta entonces por la Administración, no se preveía desarrollar ningún ciclo “en las familias Marítimo-Pesquera, Industrias Extractivas, Edificación y Obra Civil, Vidrio y Cerámica, Textil, Confección y Piel, y Artesanías”, tal como sostenía un informe de la Subdirección General de Orientación y Formación Profesional.
El Ministerio de Educación, con los datos que contaba para el curso 2013-2014, afirmaba que las comunidades autónomas en las que la Formación Profesional Dual había tenido mayor desarrollo eran Cataluña, Euskadi, Andalucía y Comunitat Valenciana, con más de 60 ciclos. Por su parte, Juan Carlos Tejeda añade a Castilla-La Mancha y a Madrid a la ecuación, explicando que tiene sentido que todas estas autonomías aparezcan en el listado, dado su “volumen de población, su número de centros y empresas existentes como por su tejido productivo característico”. En el otro extremo de la tabla, según el MECD, se encontraban Extremadura y Baleares (5), Galicia y Navarra (4), y Aragón y la Rioja con 2.
Estado actual
Más allá del cálculo que se hace en cuanto a la proporción que le corresponde a la modalidad Dual dentro de todo el universo de la Formación Profesional, pocos datos oficiales hay desde los últimos informes mencionados en este artículo. Es más, el último Datos y cifras publicado por Educación en 2016, no hace referencia a esta vía y solo aparecen la Formación Profesional Básica, de Grado Medio y Superior en cuanto a alumnado total y a la proporción de mujeres en cada nivel, pero sin entregar más detalles desagregados respecto a los programas de la FP Dual.
La FP Dual se ha multiplicado por diez en La Rioja en el último lustro, pasando de 12 a 130 estudiantes. En el País Vasco, ha pasado de 124 en 2012 a 759 el curso pasado. Murcia tiene actualmente convenios con 210 empresas y pretende duplicar esa cifra en los próximos años. Asturias, en tanto, ha pasado de 109 estudiantes en seis centros a 265 alumnos y alumnas en 28 centros. No obstante, España está todavía muy lejos del modelo alemán, donde el 70% del alumnado escoge la modalidad Dual; o de Austria o Francia, donde la proporción es del 40%.
Viendo esas cifras globales en cuanto a estudiantes, centros y empresas involucradas, se puede comprobar un crecimiento y una tendencia al alza que debería mantenerse en toda la Formación Profesional, incluida la modalidad Dual. No obstante, la falta de perspectiva y claridad de esos datos impide obtener una visión sistémica y real de su éxito, su alcance y su proyección a futuro, sobre todo para poder aplicar las medidas necesarias para mejorar sus resultados.
En referencia a la FP Dual, el análisis de la OCDE en su informe dice que, “a pesar de estos avances, y si bien ha aumentado el número de graduados, es poco el alumnado matriculado en la FP en Secundaria; además, estos programas siguen sin tener una orientación laboral suficiente y, en líneas generales, no promueven el paso a la Formación Profesional de Grado Superior”.
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