El papel de los comedores escolares

Comedores escolares

 

Ariadna Mauri
Ariadna Maurí Folgado I
Antropóloga social y cultural

Cuando pensamos en la formación durante la etapa escolar solemos pensar en matemáticas o lengua, sin tener en cuenta que en los centros educativos existen otros espacios de aprendizaje menos populares que las propias aulas pero no por ello menos relevantes para el proceso educativo.

En este sentido, los comedores escolares tienen un papel destacado en la educación relativa a los hábitos y comportamientos alimentarios y de higiene, adecuados y saludables, así como en otras cuestiones fundamentales que veremos a continuación.

Junto con la familia y los medios de comunicación (y actualmente también las redes sociales), la escuela toma el rol de agente educativo y socializador durante la infancia.

En el caso de la educación alimentaria, durante las primeras etapas de la vida, la familia constituye la institución socializadora más importante y es en el entorno familiar donde se inicia el aprendizaje en lo relativo a gustos, preferencias y aversiones alimentarias. Pero el papel de la escuela en este proceso también es fundamental durante estos años. ¿Somos conscientes de que cuando nuestras hijas e hijos hacen uso del servicio de comedor escolar estamos delegando esta responsabilidad en la escuela? ¿Qué implicación y qué impacto tiene esto en la nutrición, formación e información que reciben?

Entre las características destacadas de los comedores encontramos que estos son espacios de contacto, donde generalmente conviven distintas percepciones sobre los alimentos, distintas circunstancias socioeconómicas, pertenencia cultural y diferentes procesos de socialización alimentaria, así como diversas características físicas o peculiaridades biológicas.

Por ello, mediante el contacto con y la observación de lo que comen sus iguales, y sus reacciones ante la comida, así como su exposición a los menús diarios, van conformando sus percepciones acerca de los alimentos, completando así el proceso de socialización alimentaria iniciado en el entorno familiar y aprendiendo un conjunto de normas y prácticas alimentarias.

Si bien es cierto que en la planificación de los menús se incluyen alternativas para las diferentes opciones dietéticas, es pertinente cuestionarnos cómo se trabaja o si se trabaja, con el alumnado la aceptación de la diversidad de prácticas alimentarias.

Por otro lado, aparte del servicio de comidas, el servicio de comedor presta atención educativa antes y después de comer. Y debería ser un imperativo la inclusión durante este espacio de otras cuestiones fundamentales como la educación para la salud, el desarrollo de hábitos adecuados de alimentación e higiene, el fomento de actitudes de colaboración, convivencia y compañerismo. Habitualmente durante el tiempo restante también pueden verse desarrolladas otras actividades que remarcan la importancia de este servicio y que son favorables para la educación y para una salud adecuada de las y los menores, como son la expresión artística y corporal o las actividades libres y lúdicas.

Como hemos visto, si hablamos de alimentación no solamente hacemos referencia a una necesidad fisiológica, sino que, analizando cómo se desarrolla este proceso, encontramos significados socioculturales. Entonces, partiendo de la idea de cultura en continuo movimiento y adaptación a las condiciones cambiantes del contexto, es lógico pensar que también ha habido cambios en las pautas dietéticas y los comportamientos alimentarios.

Y así es. Estos han experimentado un cambio significativo en las últimas décadas en las sociedades industrializadas derivando en un aumento de las enfermedades relacionadas con la ingesta excesiva de calorías y el sedentarismo en la población infantil y juvenil.

En el ámbito educativo, donde todos los agentes y elementos educativos están relacionados, es necesario comenzar a sacar el máximo partido al papel de los comedores escolares en la mejora de la educación alimentaria, poniendo en marcha un debate —adaptado a las edades— en el que el alumnado participe activamente con la finalidad de favorecer el autoconocimiento y la reflexión sobre su relación con los alimentos. Donde, además, se potencie el interés por la cultura y la diversidad existente en relación a la alimentación, se fomente la estima del propio cuerpo y el cuidado de la salud a través de la alimentación y la higiene y se sensibilice sobre la importancia de un consumo respetuoso con el medio ambiente.

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