Avanzar en las enseñanzas artísticas, conlleva ubicarlas de pleno derecho en todos los niveles de aprendizaje, desde la educación infantil a los estudios superiores, y en todas las disciplinas, desde la música y las artes plásticas en los niveles obligatorios de enseñanza y en las enseñanzas regladas, a otras disciplinas más olvidadas, caso de la Danza o el Arte Dramático.
La dignificación de estas disciplinas supone igualmente que estos estudios puedan desarrollarse a nivel formativo en el espacio superior como el resto de ámbitos de estudio e investigación. En España, por desacertadas medidas legislativas, los estudios artísticos no han podido situarse en igualdad que el resto de estudios superiores y se están ubicando sólo a medias tintas, en el llamado Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), limitándose la capacidad investigadora y de desarrollo que debiesen aportar las disciplinas artísticas. Es hora de avanzar para la inclusión de las enseñanzas artísticas en el EEES tal como el resto de las áreas de aprendizaje. Analicemos brevemente esta cuestión.
La Declaración de Bolonia en 1999, más allá de las críticas que suscitaron en determinados entornos sociales, especialmente en aspectos relativos a los costes formativos para su alumnado, supuso la unificación de 29 países en el ámbito universitario. Esta declaración vino a sentar las bases del llamado Plan de Bolonia, un proceso vivo y en permanente implementación que unifica toda la formación universitaria en el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) y del que España es parte integrante. Posteriormente se han llevado a cabo distintas conferencias y convenciones en diferentes ciudades europeas, entre otras en Praga, Berlín, Lisboa, Bucarest, París, Roma, etc. que han ido concretando este marco común.
El EEES ha venido a poner en valor, de modo unitario para sus países miembros, la importancia de la investigación en el espacio superior como agente de desarrollo económico y social. El EEES viene a reconocer la importancia y la necesidad de la formación superior con programas de grado y de postgrado a través de másteres y doctorados, la investigación y el desarrollo coordinado de los diferentes países en este espacio, con planes específicos, actualmente el programa Horizonte Europa 2021/27 (programa marco de Investigación e Innovación de la Unión Europea), que conlleva, entre otras cuestiones, el intercambio de saberes y que la coordinación y participación colectiva de la investigación se incardine en el ámbito profesional, contando para ello con presupuestos específicos para lograr estos fines.
El EEES se enmarca, por tanto, en la concepción de que los saberes deben ser compartidos, que la investigación requiere del intercambio de conocimientos y que el trabajo colectivo, desde distintos espacios del saber, deben coordinarse para avanzar en desarrollo y en sostenibilidad. Así, este tipo de programas europeos, favorece principios que sustentan el EEES: la movilidad de los docentes e investigadores y su integración en empresas para avanzar en I+D+I, el desarrollo de infraestructuras de investigación buscando la competitividad, la movilidad y el empleo de la ciudadanía europea (por tanto también para el alumnado) a través de la coordinación y la sincronía de los sistemas de educación superior de los países pertenecientes a la UE, la autonomía en la organización y gestión de esta formación y de la investigación que conlleva, la transferencia de Créditos (ETCS), entre otras muchas medidas. El Ministerio de Ciencia e Investigación es, en el caso de España, el Ministerio competente para estos logros y la Universidad, el marco propio para este desarrollo.
¿Qué ocurre pues con el EEES y las Enseñanzas Artísticas Superiores en nuestro país?
Más allá de la integración que se produjo en España de Bellas Artes en las Universidades en los años setenta, una integración no carente de problemas, incluso actuales, precisamente por ser una isla como disciplina artística en el marco universitario, poco más se ha avanzado al respecto. Después de distintos intentos, la LOMLOE finalmente ha logrado, mediante una fórmula “peculiar”, que la denominación en la titulación superior de grado de estas enseñanzas (Música, Danza, Arte Dramático, Artes Plásticas, Diseño), no pueda ser recurrida por alguna de la Universidades, únicas entidades validadas jurídicamente para impartir titulación de grado, como ya sucedió anteriormente, incluso contando con el “preámbulo” de titulación equivalente a grado. La actual calificación en la LOMLOE de esta formación superior como “titulación de grado en enseñanzas artísticas” viene a definirla como de grado a todos los efectos sin que esta denominación conlleve una previsible reclamación judicial.
¿Es efectiva y real esta integración de las Enseñanzas Artísticas Superiores en el EEES teniendo en cuenta el actual marco normativo?
Diferente profesorado y colectivos sociales, profesionales y sindicales, vienen reivindicando que esta integración lo sea de pleno derecho y este es el logro que se debe alcanzar. Y avanzar en este “pleno derecho” conlleva una serie de regulaciones que no pueden dilatarse por más tiempo o, en importantes cuestiones, la formación artística superior seguirá quedando en ese limbo “etéreo” en tanto que las Universidades, con autonomía de su oferta, empezarán a sustituir la actual oferta de esta formación a pesar de que los perfiles docentes de los actuales centros (conservatorios superiores y escuelas y centros superiores), sean realmente los capacitados para esta docencia. Esta realidad empieza a hacerse presente especialmente en Enseñanzas Superiores de Diseño, aunque también en Música, en este caso sobre todo en titulaciones de postgrado, aunque ya se están vislumbrando en otros ámbitos artísticos y en diferentes universidades privadas. Es necesario avanzar en esta formación que debe ser realmente superior y no, como sucede en algunos casos, como una formación profesional “vitaminada” al no contar con programas de investigación reales y con el desarrollo de actividad profesional que, en distintas propuestas desde diferentes administraciones educativas, se están planteando como un “anexo” a la docencia y no como parte esencial de estas enseñanzas superiores que le dé sentido y consistencia al nivel formativo que imparten y que permita la actualización profesional de sus docentes.
Esta concepción de que las Enseñanzas Artísticas Superiores se ubiquen en el EEES de pleno derecho, debe conllevar varias cuestiones fundamentales. Los estudios superiores artísticos deben poder desarrollar programas de investigación dentro del marco común europeo que permita su coordinación con otros centros y con otras áreas del saber que requieran su propia investigación y viceversa, deben poseer autonomía en la gestión de sus planes de estudio, en el desarrollo de programas específicos y propios de grado y postgrado, su profesorado ha de poder disponer de carga horaria para la docencia y para el desarrollo de programas investigadores, ha de poder participar en concurrencia competitiva en las convocatorias de programas de investigación comunes con el EEES que permitan la interacción con las distintas áreas del saber que sean necesarias (se deben obviar programas sucedáneos de segundo nivel), debe poder participar en simposios y espacios formativos internacionales, ha de poder realizar acuerdos de colaboración con empresas que le permitan el desarrollo de actividad profesional, posibilitándose su actualización profesional y de los contenidos de formación, investigación y desarrollo, ha de poder alcanzar el nivel que le corresponde como docente e investigador, etc. Es necesario, por tanto, desligarse del marco de la Educación Secundaria en que actualmente se encuentran las Enseñanzas Artísticas Superiores, en los respectivos Departamentos y Consejerías de Educación de las Comunidades Autónomas para ubicarse de pleno derecho en el EEES pues es precisamente la actual ubicación la que resulta limitante para estos objetivos.
Las artes no pueden quedar fuera en la construcción de una Europa del conocimiento. Ciertamente existen ciertas reticencias, especialmente por desconocimiento del hecho artístico. Pero no sólo, parte del profesorado de ciertos ámbitos artísticos son igualmente reticentes a lo que puede suponer que las Enseñanzas Artísticas Superiores se ubiquen de pleno derecho en el EEES, es decir, en igualdad e integración con el resto de estudios superiores. Y es justificable. Por eso es fundamental que en este proceso se garantice el empleo de su profesorado, se faciliten ayudas y licencias para la adquisición de la formación superior necesaria, especialmente doctorados, y que en todos los casos se garantice que el profesorado continúe como docente en los niveles superiores de la formación que imparte. Experiencias de derechos adquiridos por perfiles profesionales en la Administración Pública tras cambios normativos existen muchos, son factibles y legalmente exigibles.
Las Enseñanzas Artísticas Superiores no deben estar en un marco superior paralelo porque hará que estas sigan desubicadas del EEES. Las instituciones europeas trabajan en lo que se conoce como un espacio europeo de investigación, que permite situar a Europa como un espacio en el que la investigación y el desarrollo sean elementos esenciales. Las Enseñanzas Artísticas no pueden quedar fuera de este marco en un espacio alternativo pues las ubicaría en un rango de segundo nivel, una realidad que, desgraciadamente ya es bien conocida. Es el momento de lograr la plena ubicación de las Enseñanzas Artísticas Superiores en el EEES. Y para ello es necesario abrir nuestras miras con perspectivas de futuro teniendo en cuenta el marco normativo del que se ha dotado Europa.
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