Las artes y sus enseñanzas deben incidir en la formación que adquieren las personas que, como en el resto de los aprendizajes, lo debe ser a lo largo de la vida. La formación artística, por tanto, debe desarrollarse desde el nacimiento hasta la finalización de la propia vida. Las distintas disciplinas artísticas (la Música, las Artes Escénicas –Teatro y Danza–, las Artes Plásticas y el Diseño) deben ser objeto de estudio, de análisis y aprendizaje con objetivos comunes y específicos según niveles de aprendizajes. Así las enseñanzas artísticas han de ser, entre otros aspectos, agentes de desarrollo de la creatividad e instrumentos metodológicos y didácticos en los niveles obligatorios de la enseñanza y agentes de crecimiento económico en niveles profesionales de formación, es decir, en los estudios específicos artísticos que incluyen desde los “vocational studies” (estudios profesionales) a la formación superior, es decir, de grado, másteres y doctorados, tal como el resto de las ciencias y de las disciplinas de estudio y de investigación.
Las artes no pueden situarse fuera del marco superior europeo de investigación y desarrollo y no sólo por su alta incidencia en el producto interior bruto de los pueblos, sino por cuanto suponen en el crecimiento de la conciencia cultural y de entidad de la ciudadanía, un agente de cohesión que nuestro mundo globalizado requiere, también para la toma de conciencia como miembro de la comunidad colectiva global a la que como seres humanos pertenecemos.
Sistematizar, profesionalizar y planificar las enseñanzas de las artes, requiere la organización y proyección de estas disciplinas dentro del sistema educativo desde los niveles incipientes de estudio a los superiores, es decir, desde la educación infantil, pasando por las enseñanzas obligatorias, la formación profesional y el bachillerato, hasta llegar a los estudios superiores artísticos incluida la formación de grado, de másteres y de doctorado en disciplinas artísticas.
El Gobierno de España ha sorprendido hace unos meses anunciando que iba a desarrollar una Ley específica de Enseñanzas Artísticas. Esta ley debe regular el estudio y el aprendizaje de las enseñanzas artísticas en los distintos niveles educativos, permitiendo su desarrollo en todos ellos, incluida la formación superior con que cuentan otras disciplinas de estudio, la investigación artística y el desarrollo de la actividad profesional asociada a la formación y al crecimiento futuro profesional de quienes se forman en las artes. Dignificar y poner en valor las enseñanzas artísticas, y la incidencia social y económica que suponen, requiere contar con la regulación de estas enseñanzas al mismo nivel que el resto de disciplinas de aprendizaje, estudio y desarrollo.
Valgan los artículos que se incluyen en este número como elementos para esta reflexión y como análisis de la incidencia que han de tener las enseñanzas artísticas en las enseñanzas generales obligatorias, en las de Formación Profesional y en los Estudios Superiores de diseño (grado, másteres y doctorado) y su inclusión de pleno derecho en el Espacio Europeo de Educación Superior tal como el resto de las disciplinas y ciencias.
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