Maribel Loranca Irueste. Secretaria del Sector de Enseñanza de UGT-Servicios Públicos

Natural de Guadalajara. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad
Autónoma de Madrid. Funcionaria del Cuerpo de Profesores de Enseñanza
Secundaria, especialidad de Lengua castellana y literatura, con destino en el IES
“Luis de Lucena” de Guadalajara. Afiliada a la UGT desde 1990, ha desempeñado
distintas responsabilidades en FETE-UGT en diferentes niveles (provincial,
regional y estatal). Miembro del Consejo Escolar del Estado, en representación
del profesorado de la Enseñanza Pública. Miembro del Comité Confederal de UGT,
desde la fusión de las federaciones de trabajadores de la enseñanza (FETE-UGT)
y de servicios públicos (FSP-UGT) en 2016, es Secretaria del Sector
de Enseñanza de UGT-Servicios Públicos.

Un año más y son 27, el sector de Enseñanza de UGT ha estado presente, con su curso en el Festival de Teatro Clásico de Almagro. ¿Qué valoración hace de la trayectoria de UGT en el Festival y que evaluación de este último año?

El curso surgió de un ilusionante proyecto colectivo que en su inicio, contó con la impagable colaboración desinteresada del Museo Nacional del Teatro y después, de la dirección del propio Festival de Teatro Clásico de Almagro. Actualmente, en el programa oficial del festival se incluyen tanto el curso, como la entrega del premio “Lorenzo Luzuriaga” al que está indisolublemente unido. Ambas son las actividades más significativas que organizamos todos los años y el éxito de las últimas ediciones nos da más impulso para continuar.

 ¿Qué aporta el curso a UGT y qué al profesorado?

El curso pone a disposición del profesorado una valiosa herramienta didáctica como es el teatro en sus diversas facetas, con una aproximación específica a nuestro teatro clásico, cuya universalidad, valor artístico y vigencia están fuera de toda duda y además, en un contexto que difícilmente se puede superar, como es el propio Festival de Almagro.

Con esta actividad y la entrega del premio Luzuriaga no hacemos sino mantener la coherencia y la trayectoria histórica de la UGT, que lleva defendiendo la educación pública, al menos desde su congreso de 1920 en el que hace suyas las propuestas del ilustre pedagogo manchego, entre las que yo destacaría la escuela única, pública y laica, el cuerpo único de docentes y la consideración del acceso a la educación y la cultura como un derecho ciudadano y no como un privilegio.

 ¿Con qué perspectivas afronta UGT las elecciones sindicales en el sector de la educación pública?

Las elecciones sindicales son siempre un reto. Honradamente creemos que el sindicato ha estado donde debía: defendiendo la escuela pública, a sus trabajadores y trabajadoras y luchando contra los brutales recortes a que se ha visto sometido nuestro sistema educativo. En la negociación colectiva (no tan fluida como nos hubiera gustado), hemos conseguido mejoras y esperamos que el profesorado las valore.

 ¿Cuáles considera que son los desafíos actuales de la educación?

Recuperar cotas de equidad perdidas, profundizar en las políticas de igualdad de oportunidades e inclusión, combatir el fracaso educativo y el abandono escolar; preparar a nuestro alumnado para comprender y vivir en un mundo tan cambiante y con un futuro incierto.

Fortalecer la escuela pública como eje vertebrador del sistema educativo, cuidar la salud emocional de la comunidad educativa y atraer a los mejores a la profesión docente, mejorando las condiciones laborales y retributivas del profesorado.

Estabilizar los equipos docentes, acabando con la precariedad y la alta tasa de empleo interino.

 ¿Qué aportará la LOMLOE al curso que ha empezado en este trimestre?

Creemos que hay un porcentaje muy amplio de docentes que comparte buena parte de los objetivos de la LOMLOE. Sin embargo, y lo decimos con pesar, diversas circunstancias están generando un malestar justificado entre el profesorado: el retraso en la publicación de los currículos, el aumento de la carga burocrática, la falta de formación para la puesta en marcha de una nueva ley y la exigencia de mayores responsabilidades sin reducción de horas lectivas ni bajada de ratios.

La implantación de una nueva ley siempre genera un plus de esfuerzo para los centros y el profesorado. Cualquier reforma educativa se materializa en las aulas y se requieren las herramientas y los recursos necesarios.

Pero en cualquier caso y con el sosiego que requiere poner en marcha la reforma, este curso puede y debe servir para que las administraciones públicas tomen nota y atiendan las necesidades de la comunidad educativa.

 ¿Qué problemas considera que puede tener la ley de educación en su desarrollo?

La escasa voluntad política de hacer de la Educación una cuestión de Estado y la falta de lealtad institucional entre las distintas administraciones, así como la apuesta decidida de algunos gobiernos autonómicos a favor de propuestas neoliberales en pro del “negocio puro y duro” en el  que además, intervienen agentes que nunca han tenido que ver con el sistema educativo.

Y desde luego, si no se tiene en cuenta al profesorado y sus necesidades no hay reforma educativa que pueda tener éxito.

 ¿Qué cambios serían necesarios en el sistema educativo para que la nueva ley pueda tener un desarrollo satisfactorio?

Desde el Sector de Enseñanza de UGT, aplaudimos la derogación de la LOMCE y compartimos en gran medida, los objetivos que plantea la LOMLOE y, por tanto, los cambios en el enfoque del proceso de enseñanza-aprendizaje que, necesariamente conllevan cambios en la metodología y en los criterios de evaluación y promoción.

La exposición de motivos que justifica la ley no puede ser más acertada, pero debe verse reflejada en el desarrollo reglamentario si se quieren conseguir los objetivos citados.

Ya en su día, denunciamos las principales carencias del texto legislativo que podríamos resumir en las siguientes:

La falta de ambición en la financiación: el gasto público en Educación al que se compromete el Gobierno hasta 2025 se fija en el 5% del PIB, esta cifra es insuficiente ya que el gasto se debería comprometer hasta el final de la legislatura en 2023 y aumentar paulatinamente hasta el 7% en 2025 y no situarse por debajo de la media de la UE.

El descenso de las ratios y la reducción de la jornada lectiva, con el horizonte de establecer 18 horas lectivas para el Cuerpo de Maestros y 15, para el resto de cuerpos docentes, aunque sea de manera progresiva. Sin estas medidas, quedarán en papel mojado la atención a la diversidad y una educación más personalizada que respondan a las necesidades de nuestro alumnado.

Y tampoco conseguiremos tiempo para que los docentes aborden un trabajo colaborativo, planteen proyectos de innovación, atiendan y colaboren con las familias y todas esas responsabilidades que se derivan de un desarrollo óptimo de la nueva ley educativa.

Una ley de Enseñanzas Artísticas (comprometida en la LOMLOE) que regule la autonomía organizativa, pedagógica y financiera de estos centros y atienda a las especificidades del profesorado y alumnado de estas enseñanzas, entre otros aspectos.

Se debe potenciar la formación permanente del profesorado dentro de su jornada laboral, como se hace con otros profesionales de los servicios públicos.

Por último, nuestro sistema educativo debe ir incorporando a los centros, profesionales que atiendan específicamente y con plena dedicación, el bienestar y la salud emocional del alumnado y proporcionen herramientas a toda la comunidad educativa, para conseguir este objetivo. Sin descuidar también la salud física, incorporando personal sanitario.

¿Considera necesario cambiar la formación inicial del profesorado y su correspondencia con el nuevo modelo curricular?

La modificación en la formación inicial del futuro profesorado requiere un debate y una revisión fundamentalmente, en lo que se refiere a la dimensión práctica en su periodo de aprendizaje. En este debate ya se han planteado aspectos que generan consenso como: un nuevo enfoque metodológico, el dominio de otras competencias, el dominio de los diversos lenguajes para comprender el mundo en que vivimos, la capacidad de reflexión sobre la práctica educativa, el conocimiento de los sujetos y la atención a la diversidad del alumnado, el trabajo en equipo, la generación de empatía, la cultura interdisciplinar o la vocación y el compromiso…

En el diseño y la formación de los futuros docentes han de intervenir no sólo los profesores de las facultades de educación, sino también maestros y profesores experimentados. Consideramos que las prácticas formativas son esenciales en la formación inicial de los profesionales de la educación.

Estatuto del Profesorado. Defina, por favor, brevemente, la posición de UGT y aquellos elementos que considera imprescindible en la construcción de un Estatuto.

Consideramos que la negociación del Estatuto requiere sosiego y voluntad decidida de financiación suficiente.

El Estatuto Docente deberá preservar el equilibrio necesario entre los perfiles que definen la profesión docente, que son únicos (los mismos para todo el Estado) y la especificidad que aporta la Comunidad Autónoma en que se ejerce.

Debe recoger todos los aspectos que conforman nuestra profesión, con una premisa inicial: dignificar la profesión y atraer talento porque en la Educación, el país se juega el futuro.

Tras la necesaria reforma de la formación inicial, nada impide la incorporación de todos los cuerpos docentes al Subgrupo A1 de la Administración (nuestra histórica reivindicación del cuerpo único, adaptada a las circunstancias actuales).

Y creemos que se debe negociar como un todo: formación inicial, sistema de ingreso, desarrollo profesional horizontal y vertical, acceso a cuerpos diferentes, movilidad, reconocimiento de tareas específicas, jubilación, formación permanente, incluidas licencias por estudios, retribuciones, vacaciones… en fin, todas las cuestiones que conforman una de las profesiones esenciales en cualquier sociedad.

Begoña López
Directora de la Revita INNOVAMOS

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