el teléfono me abandonó esta tarde
se fue de ligue por los bares
y aterrizó en manos expertas
que le robaron sus claves encriptadas
yo ahora estoy como sin alma
perdida la guía
las notas
los correos
mis conexiones periodísticas
mis viejos e idénticos sms
él sin embargo ha mejorado de vida
le han comprado funda nueva
y escucha mucha música
le permiten dormir por la noche
aunque por el día recibe varias tristezas
yo en prueba de mi dependencia
lo echo de menos
me lamento quejica
como si me hubiera dejado un amante
pasión que guardaba en el bolsillo
pero maravillas de la técnica
me compro otro igualito
y al mes ya creo que es el mismo
el único
el que esconde en su memoria
mi identidad
(De: Y, por lo tanto, cerré el universo. Madrid, 2011)
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