Concursos de matemáticas: ¿lo importante es ganar o participar?

Marta Macho Stadler | Matemática y divulgadora científica

Hace unas semanas publicábamos en el blog Mujeres con ciencia el artículo El desempeño de chicas y chicos en entornos competitivos. La autora analizaba los principales resultados de un trabajo de investigación en el que se estudia el rendimiento de chicas y chicos en el Concurso de Primavera de Matemáticas de 2014.  Esta competición busca fomentar el interés por las matemáticas entre jóvenes de entre 10 a 16 años. Se realiza en dos etapas y en cuatro categorías diferentes (según la edad). Como explica la autora del artículo:

«Cada etapa consiste en una prueba de matemáticas de veinticinco preguntas de opción múltiple para la que los participantes disponen de noventa minutos, y en la que las preguntas no contestadas tienen una puntuación diferente de las preguntas contestadas incorrectamente. La primera etapa se realiza en la escuela de los estudiantes, donde hay pocos participantes, y donde el grupo es familiar para ellos. La segunda etapa tiene lugar a nivel regional, se realiza en una universidad pública, y el grupo de participantes (los que obtuvieron los mejores resultados en la etapa anterior) es más grande, con lo que el entorno es menos familiar para los estudiantes. Estas características hacen que la presión competitiva sea más alta en la segunda etapa que en la primera. Al mismo tiempo, las dos fases consisten en pruebas iguales para todos los participantes y son de opción múltiple, por lo que las calificaciones son anónimas y no dependen de dónde se realiza la prueba».

Los investigadores responsables de este estudio no solo tienen en cuenta los resultados de las pruebas del concurso, también usan otras informaciones como la habilidad individual de cada estudiante (calificaciones en la asignatura de matemáticas en el semestre previo al concurso), las características de su centro de enseñanza (tamaño, calidad escolar en general y en matemáticas en particular) y las entrevistas realizadas a chicas y chicos durante el concurso.

El Concurso de Primavera de Matemáticas de la Comunidad de Madrid de 2014 contó con 40.000 participantes (56% de chicos) en su primera fase: 2.800 llegaron a la segunda y 146 fueron premiados. Las chicas partían con una calificación de 8,42 sobre 10 en matemáticas y los chicos de 8,33. En la segunda ronda (66% de chicos), de los 146 estudiantes que ganaron el concurso, solo 19 (el 13% de los 146) eran chicas.

Es claro que no puede haber sesgos en las correcciones (preguntas de opción múltiple en las que no se conoce la persona que está contestando); sin embargo, partiendo de niveles de conocimiento similares (como manifiestan las notas en matemáticas obtenidas en los centros), las chicas y los chicos se comportan de manera muy distinta a medida que avanzan las fases del concurso.

Los autores achacan el rendimiento tan diferente entre chicas y chicos a su comportamiento en entornos competitivos. También observan que siente más presión el alumnado con mejor nivel en matemáticas (mejores notas en el semestre anterior) y que las características de los centros educativos influyen en el rendimiento general de los concursantes, pero la brecha de género en los resultados sucede en todo tipo de escuela.

Cuando los investigadores entrevistan al alumnado participante en el concurso, las chicas declaran que, para ellas, lo importante es participar, mientras que los chicos consideran que ganar es el objetivo. Además, según sus contestaciones, la presión competitiva les afecta más a ellas que a ellos.

Teniendo en cuenta todos estos datos, se pueden plantear diversas preguntas. ¿Afecta la presión de manera negativa a las chicas en mayor medida que a los chicos? ¿El rendimiento de las chicas en situaciones competitivas es peor? ¿La presión es un aliciente para los chicos? ¿La familia y el profesorado estimulan de distintas maneras a niñas y niños? ¿Pasa solo en pruebas relacionadas con las matemáticas?

El porcentaje de chicas que se presenta a otro tipo de pruebas, como las Olimpiadas Matemáticas (que buscan «estimular el estudio de las matemáticas y el desarrollo de jóvenes talentos en esta ciencia») es mucho menor que el de chicos. Quizás, con este tipo de concursos se está dejando de lado al «talento matemático femenino»… Habría que reflexionar sobre ello.

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