Somos un colegio rural situado en Ajo, un pequeño pueblo al lado del mar. Nuestro centro es de una línea y cuenta con 144 estudiantes. Estamos inmersos en un proyecto integrado de innovación curricular llamado Nuevos Espacios.
Hace tiempo que en el centro había un sentir común acerca de la necesidad de un cambio en la educación que estamos dando a nuestro alumnado. La sociedad ha evolucionado enormemente en los últimos 40 años; paradójicamente, la escuela apenas lo ha hecho. Como claustro, tenemos claro que esta tiene que ser un lugar atractivo donde se desarrollan destrezas, habilidades y valores que son necesarios para desenvolverse en la vida diaria y en la sociedad actual, y que haga que las niñas y niños sean motores y promotores del cambio.
Debido a esta inquietud generalizada, empezamos a formarnos en nuevas metodologías: creamos un seminario de pedagogía activa; desarrollamos el plan Formular y aplicar, para fomentar la competencia matemática desde una perspectiva experimental; investigamos diferentes corrientes educativas, como las llevadas a cabo en las escuelas Waldorf (http://colegioswaldorf.org o Amara Berri (http://amaraberri.org); indagamos en el diseño de diferentes escuelas, como las Vittra en Suecia; asistimos a diferentes cursos de formación y leímos artículos sobre este tipo de metodologías.
Mucha de esta documentación recogida sostiene que el entorno es un potente agente educativo. La Universidad de Manchester ha realizado un estudio titulado Clever Classrooms en varios colegios de Inglaterra durante 2015, el cual demostró que el cambio en algunas características físicas de las aulas de Primaria ha mejorado el rendimiento escolar en un porcentaje elevado. Se está constatando así que la variedad de escenarios de aprendizaje repercute en la calidad de la enseñanza.
¿Cómo surge el proyecto?
Todas las maestras y los maestros coincidimos en reconocer el valor de los espacios como agente y la falta de atención que en nuestro centro se les había dado. Entonces, decidimos partir de nuestras debilidades y fortalezas, y definimos las señas de identidad del colegio, resaltando:
- El desarrollo de la autonomía.
- El conocimiento relevante, entendido como un conocimiento para la vida.
- El desarrollo de la creatividad, entendida esta como la capacidad para generar ideas, respuestas y propuestas originales válidas para una misma situación.
El curso pasado dimos algunos pasos encaminados a conseguir estos objetivos: iniciamos talleres en los que niñas y niños acudían según sus preferencias personales, organizamos tareas internivelares e hicimos pequeños cambios en las aulas.
Después de dar algunos palos de ciego, sin llegar a trabajar en torno a un proyecto organizado, nos acogimos a una propuesta de la Consejería: Proyectos Integrados de Innovación Educativa (PIIE. Para más información podéis consultar el número 1 de Innovamos o nuestra web www.revistainnovamos.com), donde nos planteamos cuatro ámbitos: Espacios, Proyectos, Nuevas tecnologías y Talleres libres.
Espacios
Hemos diseñado actuaciones para que durante tres años se analicen y modifiquen los espacios de clase, los comunes y los exteriores. Nuestro objetivo es conseguir que sean temáticos y puedan ser usados por todo el centro (aula de arte, de idiomas, de matemáticas y de ciencias).
En cuanto a los espacios comunes, queremos que dejen de ser lugares de paso para convertirse en escenarios de aprendizaje y de encuentro. Por ello, en nuestro centro, tanto en el vestíbulo como en los pasillos, se podrán encontrar diferentes propuestas y provocaciones para que nuestros estudiantes participen libremente, o bien podrán usar los espacios para trabajar contenidos del aula, ocupando aquellas zonas en las que se encuentren más cómodos o tranquilos.
En el exterior queremos proporcionar a los alumnos riqueza de opciones de juego, haciendo hincapié en el uso de materiales naturales. También es un escenario más de experiencia y adquisición de conocimientos, y por ello queremos incrementar la presencia de elementos lúdicos que faciliten y potencien las relaciones, el juego en equipo, la imaginación…
El ámbito de proyectos es el corazón de nuestra acción docente. No tiene sentido hablar de espacios si no van acompañados de un cambio en la metodología. Los cursos más bajos suelen trabajar de manera activa y experimental, pero parece que esto se resiste a entrar en los cursos más altos de Primaria. Para dar este paso, nos hemos sentado a reorganizar el currículo en torno a propuestas más abiertas, motivadoras y flexibles que den protagonismo al alumnado. Este trabajo se está haciendo de forma lenta y progresiva, ya que queremos documentarlo de forma adecuada y generar un banco de recursos variado, accesible y, sobre todo, útil.
Nuevas tecnologías
A pesar del gran avance tecnológico de la sociedad, en nuestro centro no habíamos sido capaces de integrarlo en nuestro día a día de manera útil. Este curso hemos buscado aplicaciones sencillas, plataformas y herramientas web que conecten con los alumnos, tales como Leoteca, Plickers, Skype, Canva, Wordlet, el blog escolar…
Talleres libres
Con su puesta en marcha queremos fomentar el encuentro entre distintas edades y promover la autonomía, la toma de decisiones y el pensamiento crítico, ofreciéndoles talleres creativos y de libre elección. El objetivo es diseñarlos en torno a una temática que progrese en función de los intereses del alumnado, con un inicio conocido, pero con una evolución inesperada, siendo los docentes acompañantes y un apoyo durante el proceso.
Para poner todo esto en marcha, nos hemos agrupado en cuatro comisiones según nuestras preferencias. Cada una de ellas es responsable de avanzar en su ámbito según lo establecido en el calendario de trabajo anual, así como de valorar los logros y las dificultades que nos vayamos encontrando. Paralelamente, se ha organizado una comisión formada por estudiantes, que colabora de forma activa en los cambios del centro.
Creemos firmemente en el trabajo en equipo y por ello, para que el proyecto sea de toda la comunidad educativa, hay otra línea de actuación que implica colaboraciones externas al centro: el huerto escolar, contactos con institutos y colegios del entorno, universidades, familias, asociaciones, Ayuntamiento… Para nuestro colegio, la propuesta de la Consejería, en la que nosotros podíamos elaborar un proyecto desde nuestra realidad, ha sido una enorme ventaja. Así, hemos conseguido dar forma a lo que ya se hacía en el centro y a todos los cambios que queremos conseguir. También, tenemos la posibilidad de una formación específica sobre los temas que estamos abordando, además de asesoramiento, seguimiento y evaluación externa de nuestra tarea.
Por último, la aportación económica externa es fundamental para desarrollar nuestro PIIE. No sabemos hasta dónde nos va a llevar esta experiencia, pero resulta muy estimulante ver el entusiasmo de la comunidad educativa respecto al proyecto.
Más información: http://benedictoruiz.weebly.com/
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