Libro Blanco de las mujeres en el ámbito tecnológico

Marta Macho Stadler | Matemática y divulgadora científica

El pasado mes de marzo, el Ministerio de Economía y Empresa publicó el Libro Blanco de las mujeres en el ámbito tecnológico, cuyas autoras son Sara Mateos Sillero y Clara Gómez Hernández.

Como comenta en el prólogo de esta publicación el Secretario de Estado para el Avance Digital, Francisco Polo, “Este libro blanco hace un ejercicio formidable de descripción y prescripción de la igualdad de género en el sector tecnológico”.

Consta de cinco capítulos en los que se abordan, desde una perspectiva de género, el contexto tecnológico actual a nivel nacional e internacional, los factores de impacto que influyen en la percepción de la tecnología y la ciencia desde la infancia, la situación de las mujeres en el sector digital en España, el entorno de los videojuegos y, finalmente, la discriminación introducida por algoritmos que perpetúan estereotipos de género en disciplinas como la programación de buscadores o la inteligencia artificial.

El capítulo 2 se dedica a “Niñas y jóvenes”. Aunque recomiendo leer el texto completo –y, por supuesto, este capítulo que aborda en parte el tema de la educación– destaco debajo algunos de los factores que influyen en las decisiones de niñas y niños respecto a que estudios desean cursar. Estos factores son socioculturales, familiares, psicosociales, del ámbito educativo o el informal.

  • Los roles y los estereotipos de género, la influencia social en la configuración de intereses tecnológicos, así como la habilidad percibida en este ámbito derivada de todo ello, favorece que menos mujeres que hombres se sientan atraídas por el mundo de la tecnología y lo digital.
  • Si bien la etapa de la adolescencia y la juventud sigue considerándose clave, las investigaciones que pretenden profundizar en este hecho coinciden en prestar cada vez más atención a las primeras etapas de la vida, ya que la interiorización del mundo que nos rodea y la forma en que a él se pertenece, se aprende y estructura preeminentemente durante la infancia.
  • Los postulados biologicistas, que aluden a una predisposición de tipo genético a poseer unas habilidades u otras dependiendo del sexo con el que se nace, si bien todavía coletean en diversos ámbitos, se muestran cada vez más denostados.
  • La imagen sesgada y androcéntrica de lo científico y la producción del saber, ofrece un escenario masculino donde es necesario hacer un esfuerzo para rescatar las aportaciones de las mujeres, y en el que por ende las niñas no encuentran a priori un espejo donde reflejarse.
  • Los estudios especializados señalan que el hecho de que los padres participen con mayor asiduidad con sus hijos que con sus hijas en actividades académicas y de ocio relacionadas con las habilidades mecánicas, la ciencia y la tecnología, ejerce un enorme impacto sobre la elección de la futura carrera.
  • El estereotipo de que los hombres son mejores que las mujeres en matemáticas, informática o física, perjudica el rendimiento de las mujeres en este dominio y socava su interés en campos de estudio o actividades de ocio donde estas disciplinas son requeridas con más intensidad. Es decir, el género no solo contribuye a configurar intereses, sino que tiene un impacto en las propias habilidades, así como en la percepción de estas.
  • Muchos de los estudios que se han llevado a cabo para analizar la escasa presencia de mujeres en las carreras y profesiones científicas y tecnológicas se han centrado en la etapa secundaria, o la etapa correspondiente previa a la universidad, para atender a los factores que inciden en la formación de las preferencias profesionales. Estos análisis convergen en la idea de que las preferencias y los intereses ya están muy determinados en estos años, y que es necesario indagar en cómo se consolidan y transmiten esas amenazas del estereotipo antes, esto es, durante la etapa que se corresponde con la educación primaria.
  • Las investigaciones realizadas identifican de manera preeminente dos factores determinantes que inciden en la transmisión de estereotipos en el ámbito educativo: los contenidos y el profesorado.
  • Si ya hay una sensación de que ellas no son bienvenidas en el mundo tecnológico, porque no son suficientemente habilidosas, o porque “este es un mundo de chicos”, los contenidos, de forma relevante los vinculados a ciencias y tecnología, van a corroborar todos esos temores especialmente en secundaria.

Termino con una frase extraída del final del texto:

“Aplicar la perspectiva de género de forma transversal a todo lo que tiene que ver con el ámbito tecnológico –desde la educación al ámbito laboral, pasando por la creación científica y tecnológica– es la fórmula señalada por la literatura científica e institucional. Esta aplicación no es una cuestión de buena voluntad, la sensibilización es necesaria para querer tomar medidas, pero para aplicar e integrar el enfoque de género hay que tener formación especializada”.

Añadiría que la perspectiva de género es necesaria en todos los ámbitos de nuestra vida. Empecemos por el principio: por la educación.

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