El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid hizo en 2003 una exposición sobre Juan Uslé, explicando en el folleto que el artista había cambiado su estética en los años 90, tras llegar a Nueva York, donde su lenguaje visual se hizo mucho más personal. En 2005, el mismo museo realizó una exposición de Victoria Civera, artista que también se mudó a la Gran Manzana en las mismas fechas, dato que el museo amplía informándonos de que Civera es la esposa de Juan Uslé, y que a veces colabora con él en la producción de obras.
Curiosamente, Juan Uslé no es citado como “el marido de Victoria Civera”, ni se menciona que hizo su viaje a Nueva York con ella o que crearon obras juntos.
Las instituciones culturales públicas de España tienen el deber de promover una presencia equilibrada de mujeres y hombres en su oferta artística desde que entró en vigor, en 2007, la Ley Orgánica para la Igualdad efectiva de Mujeres y Hombres 3/2007. Tras una década, nos preguntamos por el impacto de esa ley en las salas del más destacado museo de arte moderno y contemporáneo del país.
Más del triple de artistas hombres que mujeres
Según un nuevo estudio sobre el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS), los hombres siguen teniendo más protagonismo que las mujeres en una proporción desmesurada, incluso en las exposiciones temporales, por definición libres del histórico desequilibrio de género que tiene la colección permanente.
El museo inauguró 337 exposiciones temporales entre 2000 y 2016, en las que han participado 700 mujeres creadoras, de un total de casi 5.000 artistas. Los datos del gráfico sugieren que la Ley de Igualdad no ha tenido éxito, o no se ha cumplido.
Profundizando en las cifras y midiendo distintas variables, se descubre que las exposiciones pequeñas de arte actual tienden a la paridad y que, en los últimos diez años estudiados, las exposiciones individuales a artistas mujeres en el MNCARS han subido de un 20% a un 30%, aumento que incorpora a muchas artistas con una larga trayectoria. Las artistas difuntas o de más edad, cuyas obras de importancia histórica apenas se exponían, han recibido más atención por parte del museo desde el año 2008 en adelante.
Sin embargo, no ha subido la participación global de mujeres: tres cuartas partes del total de artistas lo ocupan los varones, cantidad que permanece invariable desde el año 2000. En las exposiciones temáticas prevalece un inamovible dominio masculino, con una media de casi un 80% de artistas hombres frente a un 15% de artistas mujeres. Apenas un 12% de las colectivas realizadas en el siglo XXI alcanzan una situación de paridad, lo que sugiere que el museo además de ascensores de cristal, ha puesto un techo de cristal.
Las artistas en la historia del arte
¿Puede esto deberse a que haya menos mujeres que hombres artistas? Para historiadores del arte con perspectiva de género, la ausencia de creadoras es un mito originado porque galerías y museos han expuesto menos sus obras y la crítica tampoco ha dado justa consideración a las artistas. La producción femenina era “juzgada” con unos criterios de calidad que, más que imparciales, eran trampas ideológicas.
Pensadoras como Estrella de Diego, Lourdes Méndez, Marián López-Fernández Cao, Juan Vicente Aliaga, Isabel Tejeda o Rocío de la Villa, por ejemplo, han denunciado la invisibilización de las artistas por parte de un mundo del arte sesgado, que ha privilegiado la producción cultural masculina.
No siempre se ofreció formación artística a las mujeres, pero la fotografía en sus orígenes no tuvo barreras de entrada. Había mujeres trabajando la fotografía cuando esta tecnología empezó a verse en los museos. Actualmente, las exposiciones de fotografía en el Museo Reina Sofía no llegan a ser un 10% del total, pero en ellas se constata una infrarrepresentación de fotógrafas.
La presencia de las artistas a partir de los años 70
Las colectivas de arte moderno en el Museo Reina Sofía rara vez incluyen un 20% o más de artistas mujeres. Lógicamente, es más fácil localizar artistas contemporáneas que de generaciones pasadas. Pero el análisis de las exposiciones no ve grandes mejoras en el desequilibrio de artistas por sexo cuando el foco es el arte creado desde la década de 1970.
Las 228 exposiciones de arte contemporáneo registran 1585 hombres y 491 mujeres. Se proyecta la noción de que, incluso después de la muerte de Picasso, el arte es un “trabajo de hombres”. Un 66% de las exposiciones de arte contemporáneo incluyen menos de una quinta parte de mujeres.
El arte actual
Se verifican unos resultados mucho más justos en los programas expositivos pequeños y dinámicos que presentan el arte más actual. Del 2000 al 2016, los ciclos expositivos más innovadores totalizan una ratio de 54% artistas hombres y 46% artistas mujeres. Con la Ley de Igualdad ya en vigor dio comienzo el actual programa de arte emergente, “Fisuras”, que desde entonces ha alcanzado la paridad técnica: 59% hombres y 41% mujeres.
Ante esos datos, es evidente que en esta parte de la planificación las artistas mujeres no están relegadas, si bien cabe señalar que estas exposiciones constituyen solo el 10% de la programación temporal, y que son muestras tan pequeñas que a veces exponen una sola pieza.
Formas de ponerle remedio
Constatado el desequilibrio de género en el MNCARS, y la escasa diferencia en los resultados entre principios de siglo y los últimos años, urge buscar y aplicar soluciones. Otros museos europeos han realizado acciones reparadoras. Por un lado, medidas que incrementan el número de artistas mujeres y, por otro lado, actuaciones cuya función es la de incorporar o ampliar las lecturas de género.
En Suecia, el museo Moderna de Estocolmo empezó en 2006 una iniciativa para adquirir obras de artistas mujeres para ir equilibrando su colección permanente. En París, el Centro Pompidou mostró, durante dos años (2009-2011), exclusivamente obras de artistas mujeres de su colección. En Londres, la directora de Tate Modern, Frances Morris, combina estrategias de adquisición y exposición de obras de autoría femenina.
Por su parte, el Museo Reina Sofía ofrece a sus visitantes un itinerario optativo que da una perspectiva feminista a los planteamientos expositivos. Es una ruta que incita a reflexionar sobre actitudes machistas y sobre las mujeres como sujetos y como objetos en el mundo del arte. Lamentablemente, la medida no tiene impacto en el público que no participe activamente en este recorrido voluntario. Tampoco resuelve el problema de la escasa obra de mujeres en las salas.
Acciones positivas para no dejar fuera a las mujeres
Para reducir la desigualdad de género en los museos, las actuaciones de inclusión pensadas desde el inicio de los proyectos impiden que se “olvide” incorporar el trabajo de las mujeres. Sin embargo, a veces no se trata de recordar, sino de conocer. Superar el desconocimiento sobre artistas mujeres es fácil accediendo a los bancos de datos de acceso abierto.
La divulgación de información sobre artistas o exposiciones feministas multiplica las opciones de quienes planean nuevas muestras. Feminist Art Observatory es una base de datos que recolecta investigaciones feministas sobre artistas mujeres contemporáneas (post-1970). En Estados Unidos, el National Museum of Women in the Arts creó un archivo de 18.000 artistas mujeres, CLARA database of women artists. En España, desde octubre de 2011, la asociación MAV (Mujeres en las Artes Visuales) está creando un listado histórico de exposiciones de artistas mujeres o de exposiciones con tema de género, el MMAVE.
La concienciación, las reivindicaciones y las denuncias no competen solo a las asociaciones y activistas. El público que visita museos, centros de arte y fundaciones que quiera ver más obras de artistas mujeres debe expresar su opinión a través de las encuestas y los libros de visitas que estos espacios ponen a disposición de la gente.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
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