¿Quién? Simin F. Rahimi, 42 años, asistente de dirección y profesora de una escuela para chicas de Afganistán.
¿Dónde? En la escuela Eminy High School de Kabul, en 2012.
Un logro: “Tras el período talibán, los padres tenían mucho miedo de traer a las niñas a clase. Yo di clases a escondidas en casas y ahora, poco a poco, va mejorando”.
Un reto: Conseguir que las jóvenes continúen los estudios una vez se han casado.
A destacar: En este colegio, antes solo de Primaria, ahora también instituto, son el doble de alumnas que hace cinco años. Una de ellas es Fawzia, de 16, que quiere dedicarse a la política “para acabar con la corrupción y cambiar la vida de las mujeres”.
Un consejo: No rendirse.
32,53 millones de habitantes.
El 50% de la población es menor de 15 años y el 36% está en edad escolar.
El crecimiento económico alcanzó solo el 0,8% en 2015.
La mortalidad infantil (para menores de 1 año) es del 71%.
La esperanza de vida es de 60,5 años.
La matrícula en los colegios pasó de 1 millón en 2001 a 8,7 millones en 2015.
El porcentaje de niñas en Primaria pasó del 3% en 2001 al 67% en 2013.
El número de profesores en los colegios de Afganistán aumentó de 21.000 a 185.000.
Retos:
El 50% de los colegios no cuentan con la infraestructura adecuada.
Solo un 7% de la población de 25 años –y un 3% en el caso de las mujeres– han completado la educación formal.
Más de la mitad de los docentes no ha completado el Bachillerato.
La participación femenina en la educación, ya sea como estudiantes, maestras o personal de administración, es baja en áreas rurales e insegura.
Tendencias: “Se han logrado avances significativos desde 2001”, destaca Unesco, en cuanto a matrícula, inversión y formación del profesorado, pero aún hay 3,3 millones de niños fuera del colegio. “Las barreras al acceso a la educación incluyen la inseguridad, la pobreza, el trabajo infantil, la falta de escuelas en áreas remotas y la distancia. Los atentados contra estudiantes y escuelas siguen siendo comunes”.
Deja un comentario