No es magia, es ciencia

El equipo de Educación Infantil del CEIP Marqués de Valdecilla de Solares comparte un proyecto global de etapa que se concreta en nuestra propuesta pedagógica, basada entre otros principios en el aprendizaje cooperativo, el trabajo por proyectos y la actividad, experimentación y juego como estrategias de aprendizaje.

Llevamos años haciendo seminarios de formación en el centro, que nos sirven como espacio de encuentro para compartir experiencias, inquietudes y trabajos, con la intención de que este compartir sea la base de la reflexión, el aprendizaje, la actualización de conocimientos y el crecimiento profesional.

Durante el curso 2015-2016, conscientes de la necesidad de introducir la ciencia en el aula, realizamos el seminario Los experimentos en el aula infantil. Los objetivos fueron:

  • Proporcionar experiencias de aprendizaje variadas a través de experimentos que involucren a diversas ciencias: física, química, botánica, magnetismo…
  • Conocer el medio físico y natural a través de la experimentación.
  • Iniciarse en las actitudes científicas: curiosidad, autonomía, creatividad, confianza, cooperación y trabajo en equipo.
  • Introducir el método científico en el aula mediante experimentos: observar, formular hipótesis, experimentar y sacar conclusiones.

La experiencia resultó muy satisfactoria y durante el curso 2016-2017 decidimos sumarnos a la propuesta El CSIC en la escuela, realizando un curso sobre magnetismo impartido por ellos. Esto amplió nuestros objetivos y nos permitió plantearnos los siguientes:

  • Acercar el rigor científico al aula.
  • Utilizar una terminología correcta.
  • Dar explicaciones rigurosas de los acontecimientos cotidianos a los niños.
  • Tener una base teórico-científica de los contenidos.

Partiendo de esta base, todo el equipo de Educación Infantil (9 profesoras y 2 auxiliares) organizamos la experiencia para las 8 clases, desde los 2 a los 5 años. Se trabajaron diferentes campos de la ciencia que se consideraron más adecuados a las diferentes edades (2 años, óptica; 3 años, electricidad y 4-5 años, magnetismo).

En las clases de 4 años el proyecto realizado fue sobre magnetismo y el objetivo fundamental era utilizar el método científico para alcanzar nuevos aprendizajes. Se realizaron las siguientes sesiones:

  • Descubriendo los imanes: qué son y qué propiedades tienen.
  • Magnéticos y no magnéticos: clasificamos objetos cotidianos.
  • Cuento: Los pastores de Magnesia, a través del cual descubrimos de dónde vienen los imanes.
  • Objetos escondidos y objetos encontrados: utilizamos bandejas para esconder objetos magnéticos y no magnéticos.
  • Imantando objetos: descubrimos las propiedades que los imanes pueden dar a otros objetos.
  • Atracción y repulsión: qué es y por qué se produce.

Al principio de las sesiones se les presentó un hecho o se formuló una pregunta que despertó la búsqueda de explicaciones, el planteamiento de hipótesis y las ganas de saber qué pasa. Todas las hipótesis y explicaciones eran aceptadas, pero era necesario comprobarlas. La manipulación y la experimentación con materiales reales fue la forma empleada en estas comprobaciones, que llevaron a la refutación o aceptación de lo imaginado.

Durante la experimentación con materiales surgieron nuevas preguntas que constituyeron la base de nuevas comprobaciones y permitieron la ampliación de conocimientos. La puesta en común de las conclusiones nos acercó a un conocimiento científico sobre el tema trabajado.

Como conclusión, podemos decir que trabajar la ciencia y el método científico ha permitido a nuestro alumnado realizar aprendizajes por descubrimiento a partir de la observación, la manipulación y la experimentación. También les ha permitido formular hipótesis, lo cual implica pensar en una posible causa sin saber si es cierta o no. Al principio, en algunos niños y niñas esto generaba inseguridad, miedo a no decir lo correcto, pero rápidamente se dieron cuenta de que podíamos decir lo que pensábamos, y luego ya averiguaríamos si era cierto o no. Realizar los aprendizajes por ensayo y error. La puesta en común al final de cada sesión también ha permitido ordenar ideas, sacar conclusiones y relacionarlas con otros conocimientos adquiridos anteriormente.

El trabajo con la ciencia resultó muy motivador, pues implica directamente al alumnado en la construcción de sus aprendizajes. Y para el profesorado no puede haber nada más gratificante que ver cómo los ojos de sus estudiantes se abren ante fenómenos extraordinarios e inexplicables, y ver entonces cómo se abren todavía más al descubrir que han sido capaces de explicar esos fenómenos. Como dicen: No es magia, es ciencia… Pero, ¿no es igual de mágica?

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