Queremos reseñar una pequeña selección de cuatro publicaciones que suponen una aportación muy valiosa para estrechar la relación necesaria y natural entre estos dos ámbitos fundamentales que entretejen redes a través de las palabras, el teatro, entendido en toda su amplitud, y el medio educativo. A la vez que potencian la relación existente entre el goce lector y la lectura literaria y el conocimiento del lenguaje teatral que hará posible la creación de nuevos espectadores.
Comenzamos con dos piezas de literatura dramática, un género muy interesante que no se prodiga demasiado en nuestro panorama editorial y que tan pronto puede servir como base para la puesta en marcha de la representación teatral o la lectura en voz alta dramatizada, una actividad que no se lleva a cabo todo lo que debiera en los centros educativos especialmente en secundaria.
Se trata de dos obras que tienen a la institución escolar como parte fundamental de su estructura, formando un telón de fondo que le confiere un gran protagonismo y que sirven de punto de partida para la reflexión y el debate literario y la crítica social.
En primer lugar, Las alumnas de Paula Carballeira, obra ganadora del Premio Nacional de Literatura Dramática 2023, concedido por el Ministerio de Cultura y Deporte y El chico de la última fila de Juan Mayorga, publicado por primera vez en 2006 y que ha sido representado en numerosas ocasiones y que incluso fue llevada al cine con el título de En la casa dirigida por François Ozon y con guion del propio Juan Mayorga, ganando la Concha de Oro del Festival de San Sebastián en 2012.
Para continuar elegimos dos obras muy distintas entre sí, pero que se relacionan con el trabajo teatral en el aula, una de ellas magníficamente editada e ilustrada Teatro de Ricardo Henriques y Anndré Letria, que está pensado para formar parte de la biblioteca del centro o del aula y otra destinada a ofrecer recursos a los docentes: Juegos teatrales para animar a leer.
Las alumnas de Paula Carballeira. M.ª del Mar del Pozo (Prólogo) y Ana Romero Masiá (Epílogo). Editorial Cuatro Lunas, Pontevedra, 2024
Las alumnas es un ejercicio entre el arte dramático de ficción y el documento histórico, una reivindicación de la escuela laica, libre y transformadora de la Segunda República que reconoce el trabajo de aquellas maestras que lucharon por una educación moderna e igualitaria.
En 1970, dos compañeras de clase, Elvira y Rosa, se reencuentran después de muchos años sin verse. Han pasado muchos años desde que compartieron escuela. El encuentro se produce por una causa triste: el entierro de la que fue su maestra, María Barbeito. Este encuentro les ha servido para olvidar por unas horas el mundo en blanco y negro en el que viven. Elvira y Rosa recuperarán un diálogo perdido que evocará, a través de la palabra y el juego, aquella escuela de la Segunda República que les abrió los ojos a un mundo libre.
Un futuro que quedó sesgado por la guerra y por la dictadura franquista. La figura de la maestra real, María Barbeito, centra esta evocación llena de reflexiones también acerca de la infancia, la muerte, el derecho a la propia lengua y la importancia del recuerdo y la memoria.
La literatura dramática de Paula Carballeira evoca el objetivo del espíritu teatral: el de no olvidar, el de recordar y traer el pasado al presente. Acompañan al texto dramático dos pequeños ensayos de Maria del Mar del Pozo y de Ana Romero Masiá a modo de Prólogo y Epílogo que sitúan el contexto educativo de la escuela regeneradora que se concreta en las escuelas republi- canas y el de la figura de la maestra coruñesa Maria Barbeito que sufrió las consecuencias de la represión franquista, exilio y depuración y que es un referente en la educación gallega.
El chico de la última fila de Juan Mayorga. Ensayo de Carlos Thiebaut. Ediciones La uña rota. Segovia, 2019
Esta obra de Juan Mayorga, uno de los principales dramaturgos de nuestro país y uno de los más premiados también, entre ellos Premio Nacional de Literatura Dramática, es una de las más representadas en todo el mundo y, como el propio Mayorga cuenta, esta inspirada en su propia experiencia como profesor de matemáticas de secundaria, donde a partir de una anécdota desarrolla una crítica sobre la realidad a través de la confrontación de ideas y personajes poderosos siempre interpelando al espectador y haciéndole partícipe del relato.
El chico de la última fila es un relato que contiene mucha reflexión, drama, misterio y humor que abordaba a través de la relación y las conversaciones de un maestro desencantado y un alumno talentoso temas como la pérdida de la ilusión, la escuela, la familia, el límite entre realidad y ficción o los problemas de comunicación de los jóvenes, siempre con la literatura como telón de fondo.
Claudio es un estudiante de diecisiete años que se sienta en la última fila. No habla, no participa, no es problemático, no destaca ni por arriba ni por abajo, salvo en Matemáticas. Cada clase se le hace más insoportable hasta que Germán, el profesor de Lengua y Literatura, manda escribir una redacción sobre el último fin de semana. A partir de este momento, Claudio empieza a transformarse en alguien que observa, imagina y escribe la vida de otros en un relato por entregas para un solo lector. Ese relato compartido por el discípulo y el maestro se convierte, poco a poco, en un juego cada vez más peligroso para ellos y para quienes los rodean. Un juego que se disputa en dos tableros: el de la vida y el de la literatura.
Quizás sean las palabras del propio Mayorga las que definen
mejor el argumento de su obra; “Unas frases mal puntuadas que me entregó un adolescente me impulsaron a soñar una obra cuya acción tiene lugar en dos espacios de encuentro y, por tanto, de conflicto: el hogar y la escuela. Una obra sobre padres e hijos, sobre maestros y discípulos, sobre personas que han visto demasiado y personas que están aprendiendo a mirar. Una obra
sobre el placer de mirar las vidas ajenas y sobre los riesgos de confundir lo vivido con lo imaginado, una obra que quiere hacer teatro del acto mismo de imaginar. Una obra, en fin, sobre los que eligen la última fila: aquella desde la que se ve todas las demás. “
Esta edición viene acompañada de un ensayo de Carlos Thiebaut, filósofo y catedrático de Filosofía en la Universidad Carlos III de Madrid.
Teatro de Ricardo Henriques y André Letria (Ilustraciones). Ediciones EKARÉ, 2016
Este es un libro de gran formato, muy bien editado, de gran belleza, a medio camino entre el álbum y el libro ilustrado, ya que las ilustraciones del portugués André Letria tienen
un peso importante en él.
Es un libro que apetece tener entre las manos, leer y releer, mirar y contemplar. Es un libro informativo que parte del Teatro con mayúsculas abarcando un gran número de aspectos alrededor de él. Sus autores y editores lo han definido como un “actividario” palabra inventada que resume su contenido (diccionario+actividades), tiene su origen en todo lo que ocurre delante y detrás del telón, entrecajas como decimos en español.
Dirigido a niños y niñas de los últimos cursos de primaria y toda la secundaria, docentes y adultos en general, amantes de la escena o lectores curiosos. Ideal para leer individualmente o en el aula y poner manos a la obra para realizar un montón de actividades.
Un abecedario que recoge más de 200 palabras relacionadas con el teatro, partiendo del concepto clásico de diccionario en orden alfabético van apareciendo en escena:
- Grandes autores teatrales desde los comediógrafos griegos, los dramaturgos barrocos y el teatro absurdo, hasta las performances y happening más actuales.
- Lugares, dioses, actores y personajes que han marcado su presencia en el teatro.
- Objetos, personas, corrientes, emociones, atrezos y técnicas teatrales.
Todo ello trufado de propuestas de actividades que se mezclan entre las definiciones; por ejemplo la palabra “máscara” esconde un concepto, un recorrido histórico pero también una técnica para su construcción.
Un libro lleno de referencias teatrales que nos llevan a otros libros para ampliar conocimientos y repleto también de trucos e ideas ingeniosas para completar un montaje teatral. Muy recomendable para todos.
Juegos teatrales, para animar a leer de Ernesto Rodríguez Abad. Libros de la Catarata, Madrid, 2008
Este libro eminentemente práctico pertenece a la Colección de Animación a la Lectura, de dicha editorial, que estaría muy bien recuperar y completar.
En el primer libro de esta colección decíamos que a la lectura se llega escuchando, escribiendo y leyendo; debemos añadir también, dramatizando y representando. El teatro es juego, música, colores, decorados… expresión, al fin; imágenes en el aire que llenan de vida al texto escrito. Pero es también una vía hacia el arte, la lectura y la literatura.
En esta obra se combina la teoría y la práctica, el hecho de reflexionar y abrir caminos a la experimentación, a la expresión, a la imaginación.
Es una propuesta muy sencilla pero a la vez muy útil y completa en la que a partir de los elementos básicos: la respiración, la voz, la palabra, el trabajo global con todo el cuerpo, podamos llegar a construir una representación teatral sencilla.
Ideas, propuestas, recursos y esquemas argumentales pueblan este libro que quiere ayudar a que docentes y educadores encuentren el camino que los adentre en el bosque de la creación de la dramatización.
Este libro no es un libro de recetas, pretende abrir caminos en la imaginación, acercarnos a una manera de estudiar, practicar y jugar con el teatro. Debemos siempre partir de conocernos, de acercarnos a las posibilidades que nos ofrece la voz, la gestualidad, y la expresión corporal para adentrarnos en un camino propio.
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