El Banco de Alimentos de Bizkaia (BAB) tiene como finalidad responder a las necesidades básicas de alimentación en la población más vulnerable y luchar contra el despilfarro de alimentos. Además, considera fundamental la sensibilización de la población, en general, y de los sectores más jóvenes, en particular.
Del total de la población de Bizkaia, el 20,6% está por debajo del umbral de la pobreza, el 6,5% sufre pobreza extrema y el 10% vive en pobreza energética. Las consecuencias de la crisis están empeorando la situación y la han cronificado, lo que el informe Foessa denomina “el empobrecimiento de la pobreza”.
Esta situación exige de las administraciones públicas la aplicación de políticas decididas que contribuyan a su erradicación y nos interpela en nuestra conciencia ética y moral, para tejer redes de apoyo, que garanticen a todas las personas unas condiciones de vida dignas.
Siendo la actuación inmediata muy importante, consideramos imprescindible la intervención educativa que, en el medio y largo plazo, desarrolle en niñas, niños y jóvenes la empatía, la conciencia solidaria y el compromiso de trabajar para conseguir las mismas oportunidades de desarrollo a todas las personas. El BAB quiere colaborar con los centros educativos de Bizkaia en esta tarea.
Es en este contexto donde nació la idea de diseñar una propuesta educativa que pudiera ser ofertada por el BAB a los centros escolares.
En 2015 pusimos manos a la obra. La estrategia pedagógica que mejor se ajustaba a estos planteamientos era la planteada por los proyectos de Aprendizaje y Servicio Solidario (AySS), que combina los procesos de aprendizaje y el servicio a la comunidad en un único proyecto. De esta manera se enriquece el aprendizaje al dotarlo de una funcionalidad y permitir su aplicación práctica en entornos cercanos y ante necesidades reales. Pero también se mejora la calidad del servicio solidario, puesto que se realiza después de documentar la situación de necesidad, analizar causas y consecuencias, plantear soluciones y comprometerse a llevarlas adelante. Así pues se produce una mezcla entre la intencionalidad pedagógica y la intencionalidad solidaria.
Diseñamos un proyecto didáctico bien planificado, pautado y secuenciado y que pone a disposición los recursos necesarios. Tratamos de facilitar al profesorado su aplicación en las aulas. Además, el propio proyecto permite diferentes niveles de aplicación en función de la situación de cada uno de los centros. El documento del proyecto y los anexos con los recursos puede verse en www.bancali-biz.org.
Durante el curso 2015-2016 realizamos un pilotaje en Primaria y en Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Una vez introducidas las modificaciones necesarias, planteamos una difusión amplia en los centros educativos, que hemos llevado a cabo durante el curso 2016-2017.
El proyecto se está aplicando en 23 centros de Bizkaia, con diferente grado de profundidad y otros 13 se han comprometido a iniciarlo en el curso 2017-2018.
La experiencia práctica de este Proyecto de AySS está poniendo de manifiesto su gran potencial pedagógico:
- Convierte al alumnado en protagonista de su aprendizaje y de experiencias solidarias desarrolladas en su entorno cercano (recogida de alimentos, colaboración con entidades, ayuda en comedores sociales…).
- Potencia el trabajo cooperativo. La construcción del aprendizaje y la ejecución de un servicio a la comunidad es mucho más eficaz si se realiza en grupo y si todos sus miembros han participado en cada decisión tomada.
- Permite el aprendizaje de conocimientos, destrezas y valores fundamentales para su desarrollo personal.
- Esta metodología consigue superar la pasividad del alumnado y los convierte en agentes activos y transformadores.
- Facilita la colaboración entre profesorado de diferentes áreas curriculares.
- Posibilita el trabajo en red entre el centro educativo y las entidades que trabajan en el entorno (Banco de Alimentos, Servicios Sociales del Ayuntamiento, otras ONG…)
- Constituye una marco ideal para trabajar las competencias para la vida que requieren de contextos prácticos y reales para poder ser desarrolladas.
Por nuestra parte debemos añadir que resulta emocionante ver el entusiasmo y la implicación de las y los estudiantes. Nada más conocer los primeros datos de situación ya se plantean qué pueden hacer. Es impresionante su capacidad de solidaridad y su capacidad de trabajo cuando se trata de ayudar.
También es gratificante observar la cara de satisfacción del profesorado a medida que se va desarrollando el proyecto. “Pocas veces les vemos trabajar así”, es la frase que más escuchamos. Hay centros donde se han planteado poner en marcha otros proyectos de AySS, dada la buena evaluación que han obtenido de este.
Desde el Banco de Alimentos de Bizkaia creemos que aunque la situación de necesidad es dura y complicada, hay motivos para la esperanza. El reto de implicar a nuestras chicas, chicos y jóvenes en la lucha contra la desigualdad, el desamparo y la exclusión social merece la pena. Su respuesta nos impulsa.
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