El 4 de marzo de 2019 se presentó en la sede del Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) la publicación Igualdad en Cifras MEPF dentro del acto Aulas por la Igualdad celebrado con motivo del Día Internacional de las Mujeres.
Recordemos que una Real Orden del Ministerio de Instrucción Pública (precisamente de 8 de marzo de 1910 y aprobada poco después de que Emilia Pardo Bazán fuera nombrada consejera de Instrucción Pública por Alfonso XIII) autorizó el acceso de las mujeres y los hombres a la Enseñanza Superior en igualdad de condiciones. La Gaceta de Madrid publicó al día siguiente el texto de este decreto:
«Ilmo. Sr: la Real orden de 11 de junio de 1888 dispone que las mujeres sean admitidas a los estudios dependientes de este Ministerio como alumnas de enseñanza privada, y que cuando alguna solicite matrícula oficial se consulte a la Superioridad para que esta resuelva según el caso y las circunstancias de la interesada.
Considerando que estas consultas, si no implican limitación de derecho, por lo menos producen dificultades y retrasos de tramitación, cuando el sentido general de la legislación de Instrucción pública es no hacer distinción por razón de sexos, autorizando por igual la matrícula de alumnos y alumnas.
S.M. el Rey (q.D.g.) se ha servido disponer que se considere derogada la citada Real Orden de 1888, y que por los jefes de los Establecimientos docentes se concedan, sin necesidad de consultar a la Superioridad, las inscripciones de matrícula en enseñanza oficial y no oficial solicitadas por las mujeres, siempre que se ajusten a las condiciones y reglas establecidas para cada clase y grupo de estudios.
De Real orden lo digo a V.I. para su conocimiento y demás efectos. Dios guarde a V.I. muchos años. Madrid, 8 de marzo de 1910.
ROMANONES.
Señor Subsecretario de este Ministerio».
La mayor parte de los datos recogidos en el informe Igualdad en cifras MEFP (que puede descargarse en formato pdf en este enlace) corresponden al curso 2016-2017. Algunos de estos datos, fundamentalmente referidos a disciplinas STEM (en las que se produce la mayor brecha de género), se presentan debajo (se han extraído de la nota de prensa del acto).
Profesorado
El 66,5% del profesorado (se tienen en cuenta todos los niveles educativos) está formado por mujeres. Este porcentaje aumenta al 71,9% en las enseñanzas no universitarias y cae hasta el 41,3% en la educación universitaria.
Alumnado en disciplinas STEM
Se observa la brecha de género en las disciplinas STEM en el alumnado tanto en las enseñanzas de FP como en las carreras universitarias. Por ejemplo, el 8% de chicas cursa Informática en Formación Profesional de Grado Medio y el 4,9% de mujeres se matricula en Electricidad y Electrónica en FP de Grado Superior. En la enseñanza universitaria, en el curso 2017-2018, solo el 12,2% de alumnado matriculado en el grado de Informática eran mujeres y el 28,4% de mujeres cursaba de los grados de Ingeniería, industria y construcción.
Resultados académicos
Como norma general, las chicas tienen más éxito que los chicos a la hora de superar cursos de Secundaria, Bachillerato y módulos de FP. Las mujeres también obtienen mayores porcentajes de personas egresadas en estudios de grado y de máster.
Éxito en los estudios
Las tasas de abandono escolar temprano son más bajas entre las chicas: un 14% frente al 21,7% de los chicos (datos de 2018).
El 51,9% de las mujeres entre 25 y 29 años ha finalizado estudios superiores, frente al 40,9% de los varones de ese mismo grupo de edad.
El paso al ámbito laboral
La feminización de los estudios contrasta con la masculinización del mercado laboral. Según los datos de 2018, las mujeres tienen peores tasas de empleabilidad en todos los niveles de formación entre los 25 y los 64 años. Cuando se restringen al grupo de mujeres entre 25 y 34 años, las tasas de paro aumentan en más de tres puntos porcentuales, y estos datos aumentan hasta 10 para aquellas que no han alcanzado la primera etapa de la Educación Secundaria.
¿Por qué las chicas no cursan cierto tipo de carreras como informática o ingenierías? ¿Podemos permitirnos tanta pérdida de talento? ¿No merecen las mujeres dedicarse a disciplinas que pueden generarles grandes satisfacciones personales y laborales? Queda aún tanto por hacer…
Deja un comentario